En un tranquilo pueblo en las afueras de Seúl, se levanta una peculiar cafetería con la forma de una cámara Rolleiflex. Creada por un apasionado a la fotografía, este café lleva lentes gemelos que se convierten en grandes ventanas circulares. Por sus costados, se pueden apreciar los campos de cultivo y las montañas. Este lugar ofrece además, una galería de fotos y un pequeño museo con cientos de modelos antiguos de cámaras y objetos.
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