tren en desuso para aprovecharlos, logrando que no rompan con la estética urbana.
El equipo encargado de este trabajo fue el de Aspect Studios. Con una inversión de 15 millones de dólares australianos, los 500 metros de vía de tren fueron remodelados y adaptados para que peatones y ciclistas puedan transitar tranquilamente y disfrutar de un área verde en plena ciudad.
Parte de los rieles metálicos están expuestos para recordar su estado original. En las demás zonas se instalaron bancas, lugares de trabajo, graderías y hasta mesas de ping pong. El proyecto se inspiró en High Line, un parque similar y muy popular de Nueva York.