playa, en Paracas, pensada para vivir en ella todo el año.
Este hogar, de 680 m2, se levantó con materiales naturales que se mimetizan con el desierto, como piedras de apariencia natural, travertino, madera y concreto expuesto.
La vivienda se divide en tres bloques, en el principal está la sala, el comedor, la cocina y el dormitorio principal; el segundo es un ambiente independiente que alberga dos búngalos. La tercera zona reúne al área de servicio.