Lograr el equilibrio entre gustos distintos es difícil, pero no imposible. Así lo demuestran las diseñadoras Esther Lasanta y Verónica Olazábal, de Love is All, quienes lograron que los gustos de una joven pareja encuentren afinidad entre lo clásico, lo moderno y ligeros toques industriales.
“Es difícil lograr que los gustos se alineen, pero con los años hemos aprendido a obtener un punto medio. Nosotras hacemos un test e identificamos los estilos por los que se inclina cada persona, para luego crear una decoración que los integre”, dice Olazábal.
En este caso, los predominantes son el clásico y contemporáneo. En la sala, el primero se aprecia en los dos libreros de cedro que flanquean el sofá principal, y una butaca torneada; contrastando se incluyeron piezas modernas como una mesa auxiliar de acero satinado y tablero de vidrio, además, de cuadros y fotos ubicadas en el muro principal.
Separando este espacio del comedor, se puso una consola de tendencia industrial hecha completamente de metal, que contrasta con un comedor hecho a medida que cuenta con mesas y sillas talladas.
La zona de estar tiene una apariencia más vintage. Cuenta con una mesa de centro de madera reciclada, un sofá de tono celeste. Los toques más coloridos se reservaron para el comedor de diario que luce un mueble en L con asientos celestes y dos bancas roja y amarilla.