Para que los murales sobresalgan por su fuerza y color, deben estar en espacios de tonos neutrales o que presenten solo toques de color.
Se trabajan con pinceles, brochas, sprays, rodillos y pintura satinada, acrílica o látex. Si los murales se encuentran en exteriores, utiliza luces que golpeen en ángulos y no directamente sobre la pared.
Se recomienda el uso de dicroicos con luminarias cálidas y amarillas para resaltar el color de los murales.