En agosto del año pasado, Aretha Franklin falleció a los 76 años. Además de su imponente voz, la cantante dejó una serie de propiedades. Una de ellas es su casa de Michigan, lugar donde pasó sus últimos días de vida.
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En sus 4,100 pies cuadrados, la casa de arquitectura colonial posee cinco dormitorios y 6.5 baños. El interior se encuentra vacío, con la intención de que los nuevos dueños puedan imprimir sus gustos en decoración.
Asimismo, la casa cuenta con amplios salones, en los que se combina el color blanco de las paredes con el piso de madera.
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