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Romántico, dulce, sencillo y delicado son algunas de las características que definen a la decoración naif, un estilo con cierto toque infantil, donde lo ingenuo se expresa en el uso de tonos suaves que crean espacios llenos de luz y con un aire nostálgico.

Este concepto admite todos los colores pastel en paredes y accesorios a la vez. “Los más usados son el rosa, turquesa, amarillo, beige y lila. También las gamas neutras y claras, como marfil, blanco y crema”, refiere la arquitecta Carla Cruz. Estos pueden estar en los viniles adhesivos de diseños florales, de hojas, las rayas verticales y horizontales, y las texturas -ya sea en estucos o papel pintado- en una pared protagónica para brindar sutileza y frescura a las estancias.

Los complementos más adecuados para la decoración naif son los muebles de madera en acabados naturales o pintados de blanco, al igual que el fierro forjado y el mimbre. “Apela a muebles contemporáneos, algunos de aires nórdicos y de líneas rectas para marcar la sensación delicada y relajante propia de este estilo”, señala la arquitecta Elizabetta Arata.

Los accesorios vintage, como jaulas, portarretratos, floreros, vasijas antiguas, jaulas y cojines complementan la propuesta, pero sin llegar a saturar los ambientes, como ocurre con el shabby chic. "Este último incorpora muebles antiguos cargados de detalles ornamentales. Por el contrario, la tendencia naif es una propuesta más sobria y sutil", explica la arquitecta Melissa Fernández.

Mezclas en escena
Es posible darle un toque naif a la sala, al incorporar sofás de tono blanco o beige con patas de madera, y cojines rosa o turquesa pastel. Integra junto al mueble una lámpara de pie de cobre y ubica una mesa de centro de vidrio con garruchas de metal. Además, demarca la zona con una alfombra de pelo alto de un tono similar al de los cojines y coloca un cuadro sobre el sofá o distribuye pequeñas obras de paisajes, flores, escenas fantásticas o de la vida cotidiana. Es decoración que combina piezas actuales, pero dominadas por una paleta llena de suavidad.

En el dormitorio, la esencia naif puede estar presente en la ropa de cama con estampados florales, de árboles o siluetas de animales en tonos pasteles. También puedes disponer una mesa lateral de madera pintada (verde agua, menta o lila) y sobre ella coloca un adorno que evoque la infancia, como fotografías en marcos blancos o juguetes antiguos. Complementa la decoración ubicando un baúl blanco al pie de la cama. ¿Te animas a probar este sutil estilo?

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