Los libreros, además de ayudar con la organización de un espacio, se han convertido en una pieza protagónica de la decoración. Su uso no solo se restringe a los libros, sino también a lucir diversos objetos, como trofeos, discos, pequeñas obras de arte, fotos y plantas.
Por lo general, los libreros suelen ocupar las zonas de estar, como la sala, un estudio, oficina o un pasadizo. Si el ambiente es reducido, aprovecha las esquinas desperdiciadas, las columnas, el muro que bordea un ingreso o la parte alta de las paredes que están detrás del sofá principal para acondicionarlos.
Los libreros han evolucionado y adoptado formas variadas, como lineales, asimétricos y curvos. En la galería que acompaña la nota, descubre el que más se adapte a los espacios de tu casa.