Los cinco mandamientos que debe cumplir Carlos Zambrano
Los cinco mandamientos que debe cumplir Carlos Zambrano
Kenyi Peña Andrade

El fútbol es maravilloso. Si toca entregarle por error el balón al rival durante un partido, a la siguiente jugada puedes volver a pedirlo y resarcirte. Cuando el '9' falla un gol clarísimo y el ufff cae desde las cuatro tribunas, este puede esperar como un león famélico por su presa para que en el próximo intento pueda inflar las redes.


Este deporte es así, te da una revancha constantemente. La oportunidad para hacer mejor las cosas, aunque tarde, siempre toca la puerta, y esta vez lo ha hecho con Carlos Zambrano.

El regreso del hombre del Basilea de Suiza a la bicolor sorprendió, y mucho. No porque no tenga nivel de selección, todo lo contrario. Sino que, al revisar sus números, sus antecedentes y su presente son poco alentadores. En el famoso tema de la continuidad, el defensor solo sumó solo 41 partidos en las últimas tres temporadas (nueve en su actual club).

También le costó una barbaridad establecerse y ganarse un lugar en los cuatro equipos por los que pasó en los últimos cuatro años. Sí, cuatro años. Se convirtió en un trotamundos y jugando poco, que es lo peor. Podemos usar solo este argumento para meterlo en el mismo bolso, por ejemplo, de Beto da Silva, a quien Gareca le criticó siempre esta situación y por eso mismo prescindió de su presencia en varias oportunidades. En el caso de Zambrano se debió a un mix de razones: las lesiones, no encajó en la idea del técnico por motivos que no conocemos o quizá no se terminó de adaptar al nuevo país.

Zambrano juega en el Basilea desde agosto del año pasado. (Foto. AP)
Zambrano juega en el Basilea desde agosto del año pasado. (Foto. AP)

Ya en el campo de la selección, los resultados tampoco lo han acompañado. La Blanquirroja, con Zambrano en la cancha en 39 ocasiones, ganó 14 veces, empató 7 y le tocó perder en 18 partidos. Aunque, claro está, que esto es un deporte colectivo y no se le puede achacar toda la responsabilidad a Zambrano de las vergonzosas presentaciones que tuvo nuestra selección en la era de Chemo del Solar y luego con el uruguayo Sergio Markarián cuando se empezó a mejorar.

Sin embargo, hay otro aspecto, quizá el más importante, en el que el ex Schalke 04 todavía no convence del todo: su excesivo juego brusco y la poca inteligencia emocional frente a situaciones límite. Si en su etapa con el equipo de todos se hizo acreedor de 13 tarjetas amarillas y cuatro rojas (dos por doble amonestación y dos de forma directa), en sus últimos periplos por el Rubin Kazan, PAOK, Dinamo de Kiev y Basilea nos hace pensar que no ha cambiado mucho que digamos.

En 41 duelos acumuló 11 tarjetas amarillas y tres expulsiones. Sin embargo, hay dos atributos que nadie le va a discutir: liderazgo y capacidad. Por esa razón, aquí le mostramos los cinco errores que debe corregir en nueva versión con la camiseta de la selección nacional.

Zambrano no juega con la selección desde marzo del 2016. (Foto: AP)
Zambrano no juega con la selección desde marzo del 2016. (Foto: AP)

1) Cero exposición mediática
Por la razón que sea, no le hace bien a Zambrano aparecer en las páginas de espectáculos. Se sabe que el jugador tiene una amistad bastante cercana con personajes de la farándula. Sin embargo, aunque no cometa un acto de indisciplina, sería mejor si ciertas reuniones las hace de la forma más discreta posible. El defensa debe de entender que vivimos en una sociedad donde los programas de espectáculo golean en rating a los culturales.

Por ende, es mejor no darle ni una pizca de oportunidad para que dichos programas produzcan rumores sin fundamentos. Esto solo perjudicará su imagen como jugador profesional de la selección peruana. Jefferson Farfán supo hacerle frente a esto en su momento y fue inteligente. Ahora le toca hacerlo al 'León'.

2) Rápido entendimiento
El último partido de Zambrano con la selección fue en marzo del 2016. El rival era Venezuela por las Eliminatorias y fue titular junto a Carlos Ascues como compañero de zaga. En la banca, los dos centrales suplentes eran Christian Ramos y Alberto Rodríguez. En el presente, ninguno de los tres forman parte de la lista de 23 para la Copa América. Es decir, hablando estrictamente de fútbol, el zaguero del Basilea conoce poco y nada a Miguel Araujo, Anderson Santamaría y Luis Abram. Por características, su juego podría ser muy compatible con su eventual pareja de zaga. 

Zambrano disputará su segunda Copa América. (Foto: AP)
Zambrano disputará su segunda Copa América. (Foto: AP)

Para las próximas Eliminatorias, en caso se mantenga entre los llamados, todavía tiene tiempo para acoplarse, para conocer los movimientos de los otros centrales y que conozcan los suyos, y ganar confianza para hablarse fluidamente dentro de la cancha (importantísimo en la pareja de backs). No obstante, para este torneo continental que se viene ya aprieta el reloj. Sacarle el máximo provecho a los entrenamientos será vital para conocerse más y disimular esa falta de costumbre de jugar juntos.

3) Adaptarse a un equipo ya formado
Los jugadores apenas iban entendiendo lo que buscaba Gareca como idea futbolística cuando fue borrado Zambrano de la selección. Hoy el presente es otro, todos los convocados saben, como se dice, hasta lo que come el argentino antes de irse a dormir. A nivel personal y futbolístico, seleccionados y técnico se conocen mucho. Ellos saben lo que les pide el ‘Tigre’ y están convencidos de que ese es el camino. Hay, además, muchos minutos y horas de partidos y entrenamientos. Zambrano deberá adaptarse rápidamente a ello aunque ya conoce la metodología del entrenador.

Zambrano es uno de los jugadores de más experiencia de esta selección. (Foto: GEC)
Zambrano es uno de los jugadores de más experiencia de esta selección. (Foto: GEC)

Por ejemplo, una de las primeras tareas, que seguramente más le costará, será aprender a no rifar casi nunca el balón. Aunque tenerlo a Paolo arriba sea una tentación permanente durante los 90 minutos. El pelotazo largo es la última opción que debe tomar el central. Lo primero, segundo y tercero es salir con el balón dominado y con un pase seguro. Así lo quiere el ‘Tigre’ y así lo intentan hacer los defensores cuando es momento de salir desde el fondo. Zambrano es fuerte, anticipador y arriba es incómodo para los rivales, sabe jugar con el cuerpo. ¿Pero podrá añadirle tranquilidad y capacidad técnica para entregar el esférico siempre al compañero ante la presión del rival? Veremos.

4) Inteligencia emocional
No nos sirve más el Zambrano que busca imponer respeto en la cancha desde las patadas sin sentido, las pechadas con el delantero a marcar, y el de la boquilla de más. Tampoco nos hace falta el Zambrano que, a la mínima gresca, pierda los papeles y se vaya expulsando dejando al equipo con un hombre menos. Zambrano tiene 29 años, ya no es el chiquillo al que se le justificaba las tarjetas rojas por su falta de experiencia y el derroche de testosterona propio de la juventud.

Deberá aprender a comportarse porque el rival lo va a buscar. Saben que sacarlo de sus casillas es fácil. Y este es un pedido de toda la afición para él: que no se repita nunca más aquella expulsión tonta ante Chile que nos perjudicó en las semifinales de la Copa América 2015.

5) Recuperar el liderazgo
Al último Zambrano lo tuvimos cuando dentro el plantel todavía reinaba el liderazgo de Juan Vargas y Claudio Pizarro. Según palabras de varios jugadores, tiempos en los que los seleccionados tenían grupitos formados en base a si jugaban en el extranjero, los jovencitos, los del torneo local, etc. Hoy todos son uno y hay un ambiente buenísimo en la interna. Todos se mezclan con todos y el mensaje está claro de que nadie es más que otro. Hoy hay referentes positivos como Farfán y Paolo, y luego vienen los Tapias, Cuevas, Carrillos y Flores. Conectar con estos chicos jóvenes será una prueba de fuego para recuperar, de a pocos, esa imagen de líder que siempre tuvo.

Para ello tendrá que predicar con el ejemplo, dentro y fuera de la cancha. Lo peor que puede pasarle a Zambrano es reingresar al grupo sin la mentalidad de que es uno más del plantel y que los muchachos lo noten. Dependerá de Zambrano, y solo de él, demostrar que nos equivocamos los que lo retiramos de la selección antes de tiempo. Pero, para eso, tendrá que hacer notar su presencia solo en la cancha y ser un gran profesional afuera de ella.

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