"Porcentajes redondos", por Ricardo Montoya

Tras hacerse de conocimiento público que el Liverpool contrató a Jürgen Klopp, entre otras razones por un estudio estadístico que probaba que, pese a que nunca había campeonado, sus equipos generaban muchas más situaciones de gol que sus rivales. No son pocos los mánagers que han fijado sus miradas en las probabilidades y los cálculos para tomar decisiones futbolísticas.

En ese mismo tenor, un grupo de economistas del instituto de matemáticas brasileño Getulio Vargas, ha hecho un ejercicio predictivo del futuro campeón de la Copa América que empieza hoy. Para este propósito, aplicaron una suerte de ‘futbolmáticas’, un ejercicio numerológico en que se mide toda data relevante para intentar averiguar qué posibilidades de alzar el trofeo tienen las naciones participantes.

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Para ello, se han tomado en cuenta factores como los resultados recientes, la localía, la calidad de los rivales de los últimos años, la eficiencia en defensa, etc. Esta vez, los resultados no contradicen la voz de los expertos futbolísticos y, como se esperaba, Brasil es el gran favorito.

De acuerdo al estudio, el Scratch tiene un 51% de probabilidades de convertirse en campeón. Más que todos los demás juntos. La última vez que la Copa se disputó en su casa, en 1989, la ‘Verdeamarela’ de Lazaroni se consagró en el Maracaná derrotando a Uruguay. En la fase de grupos, sin embargo, los locales no pudieron superar a Perú. ‘El Gato’ Purizaga tuvo la agudeza de intuir por donde tratarían de vulnerarlo Bebeto y Romario, las estrellas de aquella formidable escuadra.

Brasil, aun sin Neymar, tiene figuras notables y un técnico capaz de extraer lo mejor de cada jugador. Este es el gran desafió de Tite. Los anfitriones ven en la Copa la posibilidad de desquitarse de los fracasos recientes.

El segundo favorito es Uruguay. Su selección es la que más veces ha levantado el trofeo. El 12% que ostenta podría ser mayor si uno atiende al registro técnico de los orientales, a la calidad de sus delanteros (Suárez, Cavani y Stuani), y al tiempo de trabajo que tiene el maestro Tabárez con la celeste. Además, está la estirpe. Los uruguayos siempre se sienten candidatos serios a toda corona que esté en disputa.

Tercero en la lista está la selección de Colombia. Ya sin el temeroso Pekerman en su comando técnico, los cafeteros quieren trasladar el estupendo momento de sus astros en los mejores equipos del planeta, a su elenco nacional. Un plantel sapiente con el balón, un estratega audaz, y las ganas de hacer historia conquistando una Copa fuera de su país, son razones para que ese 11% de posibilidades pueda incrementarse partido a partido. Su estreno será clave para medir su potencial.

Argentina llega silbando bajito al torneo. Casi como quien no quieren la cosa, los rioplatenses han zafado del favoritismo habitual, que siempre es estresante, para llegar distendidos. Con Messi motivado, y algunas fieras como Otamendi, ‘Kun’ Agüero y Armani, esta Argentina, en principio poco trabajada, puede agarrar viaje en el torneo y llevarse todo. El 9% que se les asigna es engañoso. La historia atestigua que el país que alumbró a Di Stéfano, Maradona y Messi siempre será candidato.

Un 6%, nada despreciable, acompaña a Perú en la previa. La Blanquiroja es un elenco que se conoce y que inspirado puede sorprender a cualquiera. El partido de mañana ante Venezuela ofrecerá una pauta de hasta dónde puede llegar el equipo. Para que Perú avance Guerrero tiene que seguir siendo el de siempre.

Chile, la última bicampeona del continente, está extrañamente relegada con solo un 5%. Con poco recambio la selección de la estrella solitaria tiene jugadores que ya han saboreado la gloria continental. Liderados por el ‘Rey’ Arturo, la ‘generación dorada’ quiere ir por más.

Las demás naciones tienen menos de 2% de posibilidades de salir campeones, según el estudio probabilístico que se ha realizado. Parece una exageración que Paraguay, más allá de que recién inicia un proceso, Ecuador, los invitados asiáticos y sobre todo esta estupenda Venezuela figuren casi sin opciones de dar la vuelta.

“Creo que las matemáticas, como el fútbol, son más que un juego”, decía el científico sueco David Sumpter convencido que la data y los promedios podían ser de gran ayuda para establecer predicciones. Hoy cuando empiece a rodar el balón sabremos mejor a que se estaba refiriendo.