Rómulo Airaldi y Juan Pedro Cilloniz, los peruanos que compiten en el Dakar. (Foto: Christian Cruz Valdivia)
Rómulo Airaldi y Juan Pedro Cilloniz, los peruanos que compiten en el Dakar. (Foto: Christian Cruz Valdivia)
Christian Cruz Valdivia

Salta se mostró más linda que nunca. La ciudad argentina recibió ayer al luego de tres insufribles días en Bolivia. Con la etapa del día cancelada, los pilotos tuvieron todo el día para llegar a la ciudad y disfrutar de un día no tan caluroso como se esperaba.


El Centro de Convenciones de Salta fue el campamento donde pudimos encontrarnos con dos competidores peruanos. Con Aníbal Aliaga y su copiloto Juan Pedro Cilloniz y Rómulo Airaldi pudimos compartir el almuerzo y conocimos algunas de sus historias dakarianas.

"Es distinto a lo que vemos en la TV. En un especial nos quedamos atollados y salí a pedir que alguien me saque. Ninguno paró. Felizmente llegó el peruano Miguel Álvarez a ayudarnos", nos cuenta Aníbal Aliaga, quien marcha cuarto en la categoría de UTV. "Juan Pedro cree que está en Caminos del Inca y quiere que acelere siempre. A veces da miedo", asegura entre carcajadas. El Dakar los exige al máximo.

"Yo sigo buscando al Mini que ayer (domingo) pasó a medio metro mío sin que me toque la alerta. Si me muevo, me mata", dice Rómulo, quien compite en la división de cuatrimotos con un Can-Am. Él fue quien remolcó a Alexis Hernández para llegar al campamento de Tupiza en la octava etapa.


Y así, tantas otras historias, como el manejar sin freno, el cruzar un río que casi los tapa o que un niño salteño lo reconozca como "el peruano".

Igual la pasa Fernanda Kanno, la primera peruana en correr el Dakar. "Hace dos días no dormimos bien, pero seguimos en carrera", nos dice. Ella es la última nacional en salir de territorio boliviano. Lo hizo ayer por la tarde y debió llegar a Salta ya bien entrada la noche.

Hoy el Dakar retoma su marcha con le décima etapa entre Salta y Belén. "No te aloques", le dice Airaldi a Aliaga. El primero acabó el Dakar en el 2016 y sabe lo que le espera. El calor, dunas blandas y el cansancio pueden jugar en contra. Serán 373 kilómetros de carrera en la región de Catamarca. Argentina ya vive el Dakar y la meta cada vez está más cerca.

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