“El toque del sabor” por Pedro Ortiz Bisso
“El toque del sabor” por Pedro Ortiz Bisso
Redacción EC

PEDRO ORTIZ BISSO

Mi recuerdo de está ligado al fútbol más bello que he visto practicar a una y a un comercial de televisión en el que el brasileño, de gorrita y bigotitos canos, hablaba de las bondades de la culinaria nacional para promocionar un conocido sazonador. 

"Oh, comida peruana, es la mejor do mundo, como su fútbol...". Un jingle chillón interrumpía las disquisiciones filosofo-culinarias del abuelo, que remataba su participación con una frase que encarna su papel conceptual en la historia del fútbol peruano: "El toque del sabor".

Elba de Padua Lima forma parte de uno de los períodos realmente maravillosos de nuestro fútbol, exento de triunfos morales y héroes de opereta. Solo estuvo un poco más de un año en el Perú, pero bastó para convertir a un equipo agonizante en un conjunto poderoso y ganador, de una exquisitez pocas veces vista. Su grandeza como conductor está plasmada en el video, testigo incorruptible de la habilidad que un conjunto de malabaristas supo derramar en templos sagrados del balompié como el Centenario de Montevideo o el Parque de los Príncipes de París.

El mote de abuelo le cayó a pelo. El periodista , quien lo acompañó en la gesta ante Uruguay y en la gira por los tres continentes, recuerda el intenso aprecio que sentían por él dirigentes, periodistas e hinchas. Su aire paternal, sus maneras amables, hicieron que se robara el corazón de un país y domara los ímpetus de un grupo compuesto por jugadores tan disímiles como César Cueto o el 'Panadero' Díaz, cuajados en mil batallas.

"Siempre tenía la frase precisa", comenta Fernández. Suya es aquella de la manta ("El fútbol es como una manta corta, si te cubres la cabeza, te descubres los pies...") y más de una salida genial. "Luego de vencer a Francia 1-0, periodistas de todo el mundo acudieron a recoger su palabra. En lugar de hablar del gol de Oblitas o de los tacos de Cueto, Tim se pasó toda la conferencia elogiando al equipo de Platini. Cuando le pregunté el motivo, me dio una respuesta muy sabia: Cuanto más elogio a Francia, más importancia le doy al triunfo de Perú".

El final no fue feliz. "Me iré a la tumba sin saber por qué Cueto no hizo un pase bueno", diría el abuelo después del desastre en España 82. Aquella mancha que cerró su ciclo no borra una etapa de fútbol lindo, quizás ingenuo para los ojos de ahora, cuando Martínez Morosini nos empalagaba con su rincón de las ánimas, Panamericana era el canal de la selección y en la radio Pocho preguntaba cuál es la pila.

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