Champions League vs. Copa Libertadores: odiosas comparaciones
Champions League vs. Copa Libertadores: odiosas comparaciones
Jasson Curi Chang

Un punto en el mapa para explicar esta distraída comparación. El de Bianchi debe haber sido el último equipo de Sudamérica con hinchas fuera de Argentina. Había una gran razón: era el equipo bicampeón de la (2000-2001). Era el cuadro del ‘Patrón’ Bermúdez, Riquelme, Barros Schelotto, Serna, Córdoba y del ‘Titán’ Martín Palermo. Un cuadrazo que se ha quedado en el tiempo. Quince años después, no hablamos del Boca de Tevez sino del Atlético de Simeone, del Real Madrid de Cristiano, del Barcelona de la ‘MSN’. La televisión e Internet –busque usted culpables– han hecho que el horario estelar del fútbol se sitúe en el almuerzo (1:45 p.m.) y que por la noche, hora de Copa Libertadores, la expectativa se desplome hasta el subsuelo. 

El periodista argentino Jorge Barraza ha escrito que el fútbol sudamericano se ha quedado en el tiempo, que hoy solo sirve de cantera para que Europa se robe todos los reflectores del espectáculo del fútbol. La premisa tiene total validez. Hoy, no es necesario que un crack la rompa en Sudamérica para ser fichado en Europa. Basta con que un buen representante edite un video de las mejores jugadas y listo, ya está vendido.  Por eso vemos menos figuras en la Copa Libertadores y más sudamericanos en la

Los puristas dirán que ambos torneos tienen igual validez, que los campeones se verán las caras en el Mundial de Clubes de diciembre. Deberían observar un tanto la estadística del torneo FIFA. En los 10 años que se ha jugado el Mundial hay ocho ganadores de la UEFA y solo dos de Conmebol. 

(Infografía: Sergio Fernández / El Comercio)

Billetera manda

Se podría enumerar más odiosas comparaciones como los jugosos premios y el alcance de público en el mundo. Parece que la Champions se masificó en todos los continentes y que la Libertadores se estancó en este lado del mundo.  

Si queremos ver otro ejemplo paralelo entre Libertadores y Champions, habrá que analizar el último caso. Matías Kranevitter se fue de River Plate, campeón de Libertadores 2015, por 8 millones de euros (60% de su pase). Llegó al Atlético de Madrid, donde de inmediato fue tasado en 40 millones de euros. Hoy el volante argentino está cerca de entrar al selecto grupo de futbolistas que han ganado una Libertadores y una Champions en su carrera. El 28 de mayo en Milán se sabrá su suerte ante el Real Madrid. 

Por planteles, por valor de mercado y por simple interés comercial, la Champions se ha convertido en un torneo ejemplo para la Libertadores, que copiando el modelo europeo incluyó la primera fase (Prelibertadores) en el torneo desde el 2005 para abrir su abanico de participantes. 

La Champions la inician jugando 78 equipos de todas las federaciones de la UEFA, pero solo 32 ingresan a la fase de grupos. Aquí se abre otro abismo. Un equipo solo por disputar la fase de grupos del máximo torneo europeo recibe 9,8 millones de dólares. En cambio, en Sudamérica, el campeón de la Libertadores recibe un total de 7,7 millones de dólares. ¿Más ejemplos?

También culpemos a la globalización, esa que nos hace saber que la final de la Champions se juega en el Giuseppe Meazza (Milán, Italia) el próximo sábado 28 de mayo a la 1:45 p.m., pero que nos complica enumerar al menos a cinco equipos clasificados a los cuartos de la Libertadores 2016. ¿O  no?

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