Simeone vs. Zidane: un líder versus el rey en la Champions
Simeone vs. Zidane: un líder versus el rey en la Champions
Mario Fernández

No debe haber dos personalidades más enfrentadas que Simeone y Zidane. A primera vista, Diego, un líder enérgico desde jovencito, es un maniático del fútbol, un personaje calculador, riguroso y hasta mañoso. Zinedine es otra cosa. De perfil introvertido, es un creativo que creció amparado en el legado de Platini y se volvió una referencia mundial del buen toque. En Francia lo adoran. Simeone, por el contrario, no es ídolo en Argentina. Está lejos de ser un Maradona en el cariño. Es respetado, pero su estilo fiero antes que estético lo aleja de los aplausos de tribuna pese a su impresionante palmares. “Es un Bilardo sin bidón”, dicen sus enemigos. Él, lejos de defenderse, admite: “Aplico muchas cosas de Bilardo”. Claro que sí. Simeone corre la línea de cal, arenga como si fuera hincha, pero también esconde balones y planea tretas nada santas que espantarían a un señorito francés como Zidane.

Circunscribir el estilo Simeone solamente a los modos del ‘Narigón’ sería mezquino. Para empezar, Diego ha probado su influencia en vestuarios chicos y grandes, sudamericanos y europeos y se diferencia de Bilardo en que prefiere la zona a la marcación  personal. En ese sentido, es un técnico con idea propia, aunque lo ligue la obsesión resultadista de su principal mentor argentino. Sus cuadros son solidarios, empeñosos y muy fríos para aprovechar cualquier descuido. Se hacen fuertes desde lo mental y mientras más luchado y menos jugado sea el partido, más agrandados se sienten. No hay una figura exclusiva, sino dos o tres referencias respaldadas por el colectivo.

Zidane tampoco es un bobo, pero juega más abierto que el ‘Cholo’. Su táctica de entrenador es una prolongación del poderío que demostraba como jugador. Muy lejos del largo camino que tuvo que asumir Diego hasta llegar al , Zinedine siguió una ruta natural en un tótem del fútbol. Dejó la profesión y fue designado técnico del solo con una experiencia anterior en la filial (Castilla). Como entrenador es el pragmatismo lo que domina su método. Sus cuadros intentan pisarte y si no pueden, apelan a la virtud de sus genios para lograrlo. Reemplazó a Benitez y movió las piezas de manera casi quirúrgica. Ajusto el medio con Casimiro y luego fue recuperando de a pocos a Bale, Cristiano y Benzemá para que la BBC no pierda ninguna sintonía. Las distancias entre sus cuadros podrían ser las mismas que los separaban en sus tiempos de volantes. Los de Zidane juegan mejor con los pies; los de Simeone están mejor de la cabeza.

Diego y Zinedine se chocan el sábado en la final de la . Para el primero es la posibilidad de tomar el trofeo que se le escapó en el 2014. Para el segundo es la chance de empezar como técnico en las grandes ligas de la mano nada menos que de una Orejona. En cualquier caso, en la final de Milan los dos entrenadores representarán equipos que son el exacto reflejo de su personalidad. El Real de Zidane es dominante y muy directo. El Atlético del Cholo es fuerte y concentrado. No es especular decir que los de Zidane tendrán más la pelota y los del ‘Cholo’ correrán más a la espera de algún error. Si el partido se hace un típico juego de ida y vuelta, a partir del fútbol abierto, triunfará Zidane; en cambio, si el encuentro se convierte en una larga maratón de resistencia, ya saben quién ganará.

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