Luis Advíncula y Christian Cueva: las armas secretas de Gareca
Luis Advíncula y Christian Cueva: las armas secretas de Gareca
Horacio Zimmermann

Cuando acabó el partido con Brasil hubo un jugador que fue vapuleado por la opinión pública: . El lateral derecho de la  tuvo un partido de bajo rendimiento frente al 'Scratch', especialmente en la labor de tapar a Neymar, delantero de Barcelona. El mundo se le vino encima.

Cuentan personas allegadas a la delegación peruana en Temuco que 'Lucho', como lo conocen, había llegado relajado. Entrenaba a full, pero tenía un “problema mental”. Agregan que fue Ñol Solano quien lo hizo reaccionar. Lo cogió en el camarín, le dijo de todo para que se despierte y Advíncula cambió.

A partir de ese día Advíncula fue otro. De hecho, tuvo una gran actuación en los siguientes dos partidos contra Venezuela y Colombia. Pasó de ser un futbolista fácil de romper a otro que rompe todo lo que tiene en frente, sino que lo diga James Rodríguez, quien tuvo que pegarle un codazo para deshacerse del ex Sporting Cristal. Si no es el mejor, Advíncula está en el podio de rendimientos de la selección peruana.

Advíncula mejoró en el aspecto defensivo en esta Copa América. Fuerte, rápido para los cruces, y muy atento a la línea defensiva. El ataque, tenemos entendido, no es la prioridad en la táctica de Gareca. Por eso quizás no lo vemos trepar mucho. Sin embargo, creemos que en ciertas ocasiones le hace falta perder ese miedo a abandonar su sector defensivo para sumarse y ganar amplitud en ataque.

EL FACTOR CUEVA

Me lo encontré en la zona mixta y le dije: ¿Si no estás tapando bocas, qué estás haciendo? “Lo único que me importa es lo que me diga mi familia y el técnico”, me dijo. Y repregunté: ¿Cuánto tiene que ver Gareca en tu juego? Y respondió: “Mucho. Su cuerpo técnico tiene que ver con mi crecimiento”.

Lo de es ese típico caso en que el entrenador ve lo que nadie ve, lo que todos cuestionan y el entrenador perdona y que termina dándole la razón a la confianza más que a la desconfianza.

Ese es Cueva, un jugador que trabajó desde antes de ser convocado con el cuerpo técnico de Gareca. Estaba con kilos demás y se le colocó un régimen alimenticio que debía cumplir si quería mostrar compromiso y viajar a Chile para jugar la Copa América. Lo cumplió y la confianza fue retribuida.

Hoy Cueva es uno de los jugadores de mayor rendimiento en el equipo de Perú, junto a Zambrano, en mi opinión. En ataque, sin dudas el más peligroso. Toda acción de ataque nació de sus pies en este torneo. De hecho, marcó el gol contra Brasil y gestó la jugada del tanto triunfal ante Venezuela.

Cueva es como el actual Donny Neyra de Gareca, un jugador en el que nadie confiaba y que ahora está demostrando con  buen fútbol que la camiseta no le pesa y que está dispuesto a correr y jugar. Ayer, contra Colombia, era el quinto defensa en una línea de cinco. Y fue el más desequilibrante.

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