Fascitis plantar, una piedra en el zapato. (Foto: AFP)
Fascitis plantar, una piedra en el zapato. (Foto: AFP)

Álvaro Prado
Maratonista


Nunca me imaginé que la fascitis plantar que estaba sufriendo me iba a sacar de las pistas por casi un año. A pesar de haber visitado a una serie de especialistas en la materia, la dolencia persistía y mi frustración aumentaba geométricamente. En esa búsqueda por encontrar una solución, llegué a contactarme con el actual médico de la selección peruana de fútbol, Julio Segura García, especialista en traumatología y ortopedia. En una de las citas que tuve con el doctor Segura, le hice una pequeña entrevista sobre este mal.

–¿Qué es la fascitis plantar?

La fascia plantar es un tejido muy fuerte que se encuentra en la base del pie y nos protege los tendones, músculos, nervios, entre otros. La fascitis plantar significa la inflamación de este tejido, que generalmente se origina a nivel del calcáneo en su inserción. Al comenzar a inflamarse se deposita calcio y como consecuencia se produce un espolón calcáneo. Pero esa no es la causa del dolor, lo que en realidad duele es la inflamación de la fascia plantar. Hay que evitar a toda costa que la lesión se cronifique, es decir, que tenga mucho tiempo de evolución, debido a que se incrementará el dolor y será más difícil tratarla.

–¿Qué consejos da para evitar la fascitis plantar?

Hay personas que se ponen a correr con sobrepeso o con alteraciones ortopédicas. Algunos tienen una pierna más larga que la otra, otros tienen pies planos o muy arqueados. También hay que tener en cuenta la superficie donde se corre, ya que si es demasiado dura podría producir inflamación en la fascia. Es importante saber que el calzado deportivo tiene un tiempo de vida útil, por este motivo se debe cambiar cada cierto tiempo, ya que pierde amortiguación.

–¿Es verdad que la poca irrigación sanguínea en la fascia plantar es el motivo por el cual la cura de esta lesión demora más que una muscular?

Efectivamente. Los músculos tienen mucha irrigación sanguínea, el hecho de que fluya más sangre por estos hace que el cuerpo tenga más elementos sanadores, a diferencia de los tejidos, que tienen poca irrigación, como es el caso de la fascia plantar. Por este motivo el poder curativo es más lento.

–¿Cuál es el tratamiento más efectivo para curar esta lesión?

Hacer una adecuada rehabilitación con aparatos y técnicas que nos ayuden a desinflamar la zona afectada. También se pueden realizar infiltraciones que son desinflamantes, hay que hacerlas con la dosis adecuada. Si esto no soluciona el problema, podemos utilizar ondas de choque, que nos permiten aumentar los vasos sanguíneos y estos nos ayudarán a que lleguen sustancias curativas a la zona. Las ondas de choque son una buena alternativa cuando no ha mejorado la lesión con la medicina física, rehabilitación ni con la infiltración. Los casos más rebeldes terminan en cirugía. Son pocos los pacientes que llegan a esta situación. Actualmente existen tratamientos quirúrgicos con endoscopía, en los que se realizan incisiones pequeñas, poco dolorosas y de rápida recuperación.

A nadie le gusta caminar con una piedra en el zapato, la fascitis plantar es una lesión tan incómoda como esta analogía. La diferencia es que la piedra se puede sacar, y listo; en cambio, la lesión tarda muchos meses en curarse.

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