Edwin Vásquez: la gloria máxima de la historia peruana que tuvo una premonición el día de su bautismo

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Este domingo 2 de agosto se cumplen 72 años desde que Edwin Vásquez Cam logró el más grande éxito deportivo logrado por un peruano y su recuerdo sigue brillando como esa medalla de oro que alzó en Londres 1948. Un día de sol y lluvia, de tranquilidad y nervios, de castellano e inglés, un joven de 26 años le regalaba a toda una nación esa presea, la única que tenemos en nuestra historia.

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-La gloria de la medalla de oro-

Mientras el equipo peruano realizaba un viaje desde Lima hasta Londres, previas escalas en Panamá, La Habana, New York, Labrador y Dublín, más de 12.500 kilómetros recorridos, otros llegaban a la capital inglesa en horas. Mientras Torsten Ullman, campeón reinante y cuatro veces campeón olímpico, afinaba sus tiros en los días previas, Edwin celebraba su cumpleaños 26 en su habitación de la Villa Olímpica de Harrison Park superando una faringitis.

Mientras todos tenían las armas más actuales del momento, el peruano tenía que pedirle prestada una al ingeniero peruano y también competidor Luis Mantilla. Mientras la lluvia desviaba las municiones ajenas, los tiros de Vásquez seguían siendo los más precisos. Así se forjó la medalla de oro. En un aguacero, con un arma de más de un kilo de peso con la que tuvo que hacer 60 disparos y ante los mejores del mundo, un joven nacido en el barrio de Malambito escribía el capítulo central de nuestra historia deportiva.

Alguna vez en una entrevista le dijeron: “Y en esos momentos vio usted que la medalla era suya...”, pero él interrumpió a su interlocutor para dejar en claro sus sentimientos. “Un momentito, no vi que la medalla era mía. Vi que la medalla de oro era del Perú”. Nacido un 28 de julio, no había nadie más peruano que él.

“La medalla la tiene el hijo mayor, Edwin. Lo conservan con mucho cariño”, recuerda Luis Enrique Cam, realizador del documental que salió a la luz en el 2013. Lamentablemente, para la realización de dicha obra no pudo encontrar alguna toma del momento de la premiación. “En algún lugar del mundo debe estar”, guarda la esperanza el realizador.

“A pesar de que por primera vez competía con tiradores de fama mundial, yo me hallaba tranquilo, dispuesto a luchar con mis contendores hasta quemar el último cartucho”

Edwin Vásquez, a El Comercio tras ganar la medalla de oro

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-Vaticinio dorado-

“¿Edwin? Eso está bien para Inglaterra”, le dijo el cura de la capilla de Ancón a sus padres el día de su bautizo, según cuenta en el documental “Héroe Olímpico” Teodoro Salazar -autor del libro “Edwin Vásquez. Señor Olímpico”-. Y el sacerdote no se equivocó. “Gold Medal: Mister Edwin Vasquez from Peru”, recuerda Fortunato Quesada –para el mismo documental- que se oyó en los altoparlantes del Estadio Wembley donde él estaba viendo las competencias de atletismo. En Bisley Camp, a 130 km al norte de Londres, Vásquez tuvo la mejor performance entre 50 tiradores. Un total de 545 puntos, seis más que el favorito Ullman (539) lo elevaron a lo más alto.

“A pesar de que por primera vez competía con tiradores de fama mundial, yo me hallaba tranquilo, dispuesto a luchar con mis contendores hasta quemar el último cartucho”, le declaró Vásquez vía telefónica a El Comercio para la edición publicada el miércoles 4 de agosto. Y tal cual, quemó sus 60 cartuchos y cumplió los deberes sagrados que todo deportista anhela: la gloria olímpica.

“En la segunda serie oscureció y fue difícil. En la última serie comenzó a llover fuertemente, lo que afectó por segunda vez a los tiradores”

Edwin Vásquez, a El Comercio tras ganar la medalla de oro

-Logro único-

Cuarenta y un peruanos lo intentaron antes que él. Más de 390 después y ninguno ha conseguido el baño dorado. Se acercaron Francisco Boza, Juan Giha y el equipo nacional femenino de vóley con las preseas de plata, pero fue Edwin Vásquez quien hizo posible que el himno nacional se oyera en una premiación olímpica.

“No teníamos asesoramiento, sólo un amor inmenso hacia nuestra patria y la necesidad de esforzarnos”, declaró en sus años posteriores, cuando ya ejercía como dirigente y se dedicaba a la vez a su profesión: ingeniero civil. Junto a su jugo de papaya y enseñando a los tiradores a afinar su tiros, Edwin Vásquez nunca descuidó su pasión, así hasta sus últimos días.

El 19 de marzo de 1993 un paro cardiaco le arrebató la vida a los 72 años de edad, los mismos 72 que hoy se cumplen desde aquella gesta dorada que le regaló al país desde Londres. Hoy su nombre más que lucir en el frontis del Estadio Nacional con su Laurel Deportivo, yace en los sentimientos de cada deportista que apunta a lo más alto y toma su logro como gran ejemplo.

“Utilicé el arma que me prestó el ingeniero Mantilla. Las armas de mis adversarios eran superiores desde todo punto de vista a la que empleé”

Edwin Vásquez, a El Comercio tras ganar la medalla de oro

2 peruanos más compitieron en esa prueba junto a Vásquez: Salgado Gandara e Ijoque Hurst.

Pueden ver el documental “Héroe Olímpico, la hazaña de Edwin Vásquez”, en Movistar Play y cineaparte.com

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