El superclásico demostró que no hay favoritos como se especulaba. En Nuñez se define todo. (Foto: AFP)
El superclásico demostró que no hay favoritos como se especulaba. En Nuñez se define todo. (Foto: AFP)
Juan Miguel Jugo Rebaza

Tuvo todos los ingredientes de una buena final y sobre todo de un superclásico,  y regalaron un intenso partido en la Bombonera tras empatar 2-2 en el partido de ida de la Copa Libertadores. Al término de los 90 minutos, el rostro de los cuadros era diferente.

Los “millonarios” se fueron satisfechos de La Boca e incluso Marcelo Gallardo festejó y cantó junto a la hinchada en Nuñez como si la mesa estuviera servida. Ganando el 24 en el Monumental será campeón de la Libertadores, llegará a las cuatro copas y habrá destruido la dignidad del eterno rival.

¿Por qué River puede ser el campeón de la Copa? Porque define de local ante su hinchada. Pero, hay una razón más importante que esa y es que el cuadro de Gallardo presenta un mejor rendimiento colectivo a comparación los xeneizes. River se siente superior a Boca por su juego, llega con más facilidad al campo contrario, mientras que los del frente dependen más de sus individualidades.

Sumado a ello, se podría decir que Gallardo sabe ganarle a Boca. Ya ha sucedido en la Sudamericana 2014, Libertadores 2015 y la Supercopa de 2018. Algunos comentaristas afirman incluso que el “muñeco” ya conoce como neutralizar al seis veces campeón de América. Otro detalle por tomar en cuenta es la vuelta del capitán Leonardo Ponzio, quien saca al equipo del fondo y brinda equilibrio al medio, y del atacante Ignacio Scocco, una carta de gol.

Caso contrario es el de Boca, que terminó el partido con un sinsabor por la igualdad, sobre todo porque en los pies de Darío Benedetto pudo obtener el triunfo que lo llevaba con mejores chances y más confianza al encuentro de vuelta. Pero, Boca es un grande y sabe jugar finales. La séptima copa y la gloria eterna todavía no se han esfumado.

¿Por qué Boca puede ser el campeón de la Copa? Porque es capaz de anotar sin mostrar mucho juego colectivo. Si se debe resaltar un aspecto del Boca de Guillermo es que posee jerarquía gracias a la capacidad de sus jugadores.

Es un equipo que no necesita elaborar jugadas vistosas de asociación para que sus delanteros puedan marcar. Abila y Benedetto lo demostraron. “Wanchope” se hizo un espacio y venció a Armani, luego se la pasó chocando con Maidana y Pinola. El “Pipa” puso en ventaja a su equipo con un gran cabezazo luego de un centro frontal, además está en racha desde las semifinales.

También está el buen nivel de Rossi en la final, quien además fue una de las figuras al evitar varios tiros peligrosos de “la banda”. Sabe jugar de visitante.

Otro factor importante es que Boca consigue resultados importantes jugando fuera de casa. Su estilo vertical y rápido le ha permitido conseguir puntos contra Cruzeiro y Palmeiras. A pesar de no contar con Pavón tiene opciones con Zárate o Villa para abrir la cancha y buscar los contragolpes que le dieron frutos en las fases previas a la final.

Faltan 12 días para la segunda parte de la “final del siglo” una fecha que quedará en la historia del fútbol argentino y sudamericano. Esa tarde quedarán de lado los análisis y habrá 22 guerreros dispuestos a dejar todo para la gloria eterna.

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