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Eric Cantona, leyenda del Manchester United. (Foto: Reuters)
Guillermo Oshiro Uchima

En Old Trafford, el ‘7’ es el dorsal mágico, el número de la perfección. Lo llevaron David Beckham y Cristiano Ronaldo, pero antes de ellos el hombre que lo convirtió en mito fue (Marsella, 24 de mayo de 1966). ‘The King’, para mayores señas, fue el francés que conquistó primero Manchester y luego amplió sus dominios a toda la Premier League. No es exagerado afirmar que la génesis de la leyenda del United de sir Alex Ferguson empieza con él.

Aunque muchos solo recuerden al temperamental delantero por la patada de kung fu a un hincha del Crystal Palace en 1995 como respuesta a un insulto –desliz que le costó 120 días de trabajo comunitario y una sanción de nueve meses–, Cantona fue muchísimo más que el chico malo del cuello levantado. El Premio Presidente 2019 que le entregará la UEFA este jueves será un reconocimiento para una de las máximas estrellas de los ‘Red Devils’, como en su momento fueron condecorados Alfredo di Stéfano, Bobby Charlton, Eusebio, Franz Beckenbauer o Johan Cruyff con el trofeo creado en 1998.

“Este premio no solo reconoce su carrera como un gran jugador con un talento único, un estilo incomparable y carisma innegable, sino que también lo honra por la persona que es y en la que se ha convertido. Un hombre que no se casa con nadie, que defiende sus valores, que dice lo que piensa y, en particular, que pone todo su corazón y su alma para apoyar las causas en las que cree”, lo describe perfectamente Aleksander Ceferin, el presidente del ente rector del fútbol europeo.

Ceferin no se equivoca. Histrionismos de lado, ‘The King’ terminó con la dinámica derrotista del United para recuperar la autoestima ganadora del club. Fue el punto de quiebre para la metamorfosis definitiva. Con media temporada en el Leeds y una First Division en su bolsa, se vistió de rojo para hacer de Old Trafford nuevamente el ‘Teatro de los Sueños’. En unos cuantos meses comandó al equipo al histórico primer título de la Premier League 1992-93. Y no paró más. La corona solo se le resistió en 1994-95, cuando sufrió el parto de la suspensión. Esas cuatro ligas que ganó en cinco temporadas fueron el renacer de un Manchester United que desde 1967 había esperado la llegada del mesías prometido. Este finalmente arribó desde el Mediterráneo, desde Marsella.

“Su actitud fue increíble y ayudó a cambiar la mentalidad de nuestro club. Quería entretener a la gente y asegurarse de que, cuando salieran del estadio, fueran felices. Nos hizo jugar a todos con un cierto estilo y una cierta arrogancia desde que vino”, cuenta Phil Neville, miembro de ‘La clase del 92’ junto a Beckham, Paul Scholes, Ryan Giggs, Nicky Butt y su hermano Gary, quienes asimilaron las enseñanzas del prolífico Eric y prolongaron el reinado del United en la Champions League 98-99.

Tras retirarse de las canchas en el 97, Cantona le dedica hoy sus días a otra pasión: la actuación. Ya supera la veintena de películas. A la par apoya entidades benéficas como Common Goal, la fundación del español Juan Mata que agrupa a gente ligada al fútbol que dona el 1% de su sueldo para ayudar a chicos necesitados. “Necesitamos apoyar un fútbol más sostenible, positivo e inclusivo, y haré todo lo que pueda para ayudar”, explica el galo.

La carrera de Eric tuvo paradas en el Auxerre, Martigues, Burdeos, Montpellier, Nimes, Marsella y en la selección francesa, donde jamás pudo brillar a plenitud. Pero nunca fue tan pletórico como en el Manchester. En el ‘Teatro de los Sueños’ encontró el escenario ideal para interpretar el papel del futbolista estrella que triunfó con su estilo contestatario. Ahí, el ahora Premio Presidente siempre será ‘The King’.

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