Los latidos de Christian Eriksen son distintos desde el pasado sábado en el que sufrió un paro cardiaco. El volante danés viene recuperándose de ese terrible episodio y este jueves se supo que será operado para implantarle un desfibrilador.
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El desfibrilador fue lo que lo rescató de la muerte en el duelo entre Dinamarca y Finlandia. Cayó producto de un paro cardiaco y tuvieron que darle ‘choques’ eléctricos para reanimarlo. El implante del desfibrilador cardioversor o marcapaso tiene la misma función. Cuando detecta un ritmo cardiaco anómalo, automáticamente da choques eléctricos para que vuelva a la normalidad. Este se implante, generalmente, debajo de la clavícula izquierda y son conductores los que lo unen al corazón.
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Blind, en actividad
No es el primer caso en el que un futbolista tiene que llegar al uso de esta tecnología para salvaguardar su vida. Con lo sucedido con Eriksen, fue el neerlandés Daley Blind uno de los primeros en reaccionar. Él lleva un marcapasos desde 2019. Sintió mareos en un partido entre Ajax y Valencia, por lo que tuvo que ser operado.
Sin embargo, el problema siempre estuvo presente, tanto que en el amistoso entre Ajax y Hertha, en agosto del 2020, se desplomó de la nada. Felizmente reaccionó y abandonó el campo de pie. Lo que pasó fue que el desfibrilador implantado sufrió un fallo.
El marcapasos dejó de enviar los impulsos eléctricos por unos instantes, lo que provocó el desmayo. El defensor pudo superar ese episodio y hoy es uno de los futbolistas que disputa la Eurocopa 2020.
Ante lo sucedido con Eriksen, viejos temores aparecieron para Blind, tanto que dudó en ser parte del debut del torneo. “Fue todo muy intenso: fueron imágenes muy reconocibles para mí. No pude dormir bien, y se me pasó por la cabeza no jugar contra Ucrania. Afortunadamente, Eriksen está bien y eso nos ha dado fuerzas para jugar”, declaró luego del encuentro, del que salió entre lágrimas.
Muamba: implante y retiro
El otro reciente caso de un futbolista al que le implantaron un marcapasos es el de Fabrice Muamba. Él sufrió un paro cardiaco el 17 de marzo del 2012 en el partido entre Bolton y Tottenham por la Copa FA. Según los médicos, llegó a estar hasta 78 minutos muerto pese al uso del desfibrilador tanto en el campo como en la ambulancia.
Felizmente, pudo recuperarse y le implantaron un desfibrilador. Salió de alta luego de un mes de estar internado. Por recomendación médica, no pudo retomar su actividad como futbolista.
“Ver de lejos y no saber lo que va a pasar da miedo. Hay que felicitar al equipo médico por haber intervenido rápidamente en el terreno y hacer un trabajo increíble por Christian”, declaró a la BBC el congolés por lo sucedido con Eriksen.
Casos que no terminaron bien
El uso del desfibrilador resulta vital para paros cardiacos. Lamentablemente no siempre se reaccionó a tiempo para salvar a los pacientes. Sucedió en el Cusco con el caso del jugador de Cristal Yair Clavijo, que falleció al no recibir atención oportuna.
También sucedió en Europa, aunque sin un desenlace trágico. El canterano de Ajax, Abdelhak Nouri se desplomó en un amistoso ante Bayern en el 2017. El futbolista tuvo que ser inducido al coma, estado en el que permaneció durante tres años, y, afortunadamente, logró salvar su vida.
Sin embargo, sufrió daños cerebrales permanentes, por lo que no pudo retomar su carrera de futbolista. La familia denunció al club por la mala práctica al momento de reanimarlo. Edwin van der Sar, director general del club, aceptó en su momento que “el desfibrilador se usó tarde”, ya que la atención primaria que recibió el jugador fue centrada en las vías respiratorias.
Recordado Miranda
Si bien, Miguel Miranda ya no era jugador activo, también vivió duranta una década con un marcapaso. El exportero falleció este 2021 producto de un paro cardiaco, cuyo antecedente se remonta a fines del 2010 mientras disputaba una pichanga.
‘El Carón’ Miranda contó que le implantaron una válvula y by pass en el corazón para no volver a tener esos problemas. Así, se mantuvo durante una década. Trabajó como entrenador de fútbol en diversos equipos de provincias.
Lamentablemente, el pasado 7 de marzo, un nuevo paro cardiaco le quitó la vida. Estaba jugando fulbito en Chongoyape y esta vez no pudo reanimarse.
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