Marco Quilca León

En una semana, Lionel Messi dejó el FC Barcelona y después de 17 años vestirá otra camiseta: la del PSG. El plan de urgencia arrancó el jueves, cuando el club blaugrana prendió la mecha de la “bomba” que explotó con el comunicado histórico de la partida del ‘10’. Pero se podría decir que se gestó mucho antes. No la temporada pasada en la que el argentino estaba dispuesto a irse, sino en 2010, año en el que ganó el segundo de sus seis Balones de Oro. Obviamente Leo, con 23 años, no lo sabía. El PSG sin la inyección de los petrodólares tampoco. Menos el Barza que vivía en un sueño con Pep Guardiola en el banco.