Gareth Bale y Keylor Navas. (Foto: Real Madrid)
Gareth Bale y Keylor Navas. (Foto: Real Madrid)
Marco Quilca León

Se dice que el éxito en el fútbol se mide con títulos. Que la memoria, frágil y débil, solo recuerda a aquellos que levantan trofeos. Y los que no, claro está, quedan en el olvido. Nada más alejado de la realidad. La leyenda de Francesco Totti pasará por muchas generaciones en los ‘tifosis’ de la Roma, a pesar de solo ganar cinco torneos nacionales. ‘Il Capitano’ es el ídolo máximo del club capitalino por jugar toda su carrera ahí (24 años). Sentido de permanencia, le llaman. Del otro extremo, en un mundo paralelo llamado , están y , dos futbolistas que obtuvieron los últimos 14 campeonatos del elenco blanco (el costarricense ganó 12), pero que tienen un pie fuera del Madrid.

Las inminentes salidas de Bale y Navas son tan opuestas como el camino por el que llegaron a Chamartín. El portero lo hizo desde un club español humilde como el Levante. El extremo fue uno de los fichajes más caros del momento en toda la historia del fútbol. El último domingo, tras cerrar la peor temporada liguera en la historia (terceros con 68 puntos a 19 del campeón, Barcelona), el madridismo no dudó en aplaudir a centroamericano y silbar al europeo.

-Un expreso lejos de Madrid-

Sin Cristiano Ronaldo, Gareth Bale asumió la responsabilidad de mantener el barco madridista en todo lo alto de Europa. Fracasó. Sus 14 goles en todos los torneos fueron el reflejo de una temporada decepcionante para el conjunto blanco. Su rendimiento bajó notoriamente ayudado en las lesiones. Cuando Zinedine Zidane regresó a la dirección técnica, el galés fue relegado (5 partidos como títulos de los once que dirigió el francés).

Revive el golazo de Gareth Bale al Barcelona en la final de la Copa del Rey 2014- (Video: Youtube / Foto: AP)

Las pifias del madridismo hacia él denotan una relación gastada que no pudo sanarse ni ganando cuatro Champions y Mundial de Clubes, tres Supercopa de Europa, una Liga, una Copa del Rey y una Supercopa de España. El ‘Expreso de Cardiff’ no es ni la sombra que llegó a Madrid hace seis años y hoy se estaría yendo por la puerta trasera, a pesar de tener tres años de contrato más.

-Pura vida, Keylor-

En el mismo contexto existe otra cara de la moneda. Para Keylor Navas no hubo pitidos ni críticas. Al contrario, siempre primaron los agradecimientos y aplausos. El costarricense llegó a la capital española sin muchas luces, pero se ganó el respeto con gigantes atajadas. En los doce trofeos que tiene siempre fue figura, aunque nunca llamó la atención. Quizá esa sea la razón de la llegada de Thibaut Courtois a mediados del 2018.

‘Zizou’ no descartó una renovación del portero, pero tampoco la aseguró. Nuevamente el guardameta vivirá un mercado de pases lleno de incertidumbre. Él quiere seguir –lo ha expresado-, los hinchas desean seguir viéndolo volar en el Santiago Bernabéu y por ellos lo ovacionaron, pero la decisión recae en el técnico y el presidente Florentino Pérez.

En el mundo madridista ser ídolo es la tarea más difícil. Bale y Navas son los ejemplos perfectos, pero no los únicos. También está Iker Casillas. Lo que queda claro es que los títulos no lo son todo.

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