“Alianza ya salió campeón… Alianza ya salió campeón”, se escucha en Matute y lo canta medio Perú. El cuadro íntimo cerró un gran 2022 conquistando el Bicampeonato de la Liga 1 de la mano de Chicho Salas como técnico y con figuras como Josepmir Ballón, Pablo Lavandeira y Hernán Barcos dentro del campo.
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Fueron los goles del ‘Pirata’, pero los pases no solo fueron de Lavandeira, también las asistencias fueron de ese público que llenó Matute cada fecha. Fueron las manos de Campos, pero también el pulso de los médicos en cada inyección para recuperar a sus guerreros.
Fue el talento de Concha, el coraje de Ballón, el liderazgo de Míguez, la entrega de Arley, la lucha de Aldair… y así, treinta jugadores que dieron todo. La figura de Aguirre y Farfán, el aporte de Pineau y Goicochea.
Festeja Alianza, celebran todos. La Reserva es parte del título, y del futuro. Porque eso es Alianza, ese sentimiento que no tiene explicación, pero que encuentra razones en noches como las del sábado. La alegría nos pertenece, la alegría es blanquiazul.
Celebración íntima
La cara deportiva
Ganaron el Torneo Clausura en un rush final -ocho victorias y una derrota-, y esperaron en la final a un Melgar que, si bien mostró su mejor versión, el estado físico le terminó pasando factura. Celebra Alianza porque fue a Arequipa y regresó con un 1-0 dentro de todo remontable.
Y Matute fue una fiesta para la revancha. Más de 30 mil personas, como en la final femenina, como cada partido durante el Clausura, como cada vez que el hincha tiene que apoyar. Los goles de Yordi Vílchez y Pablo Lavandeira alcanzaron la remontada y el bicampeonato.
Atrás quedaron las caídas en las finales del 2018 y 2019 y el desastroso año 2020. Dos títulos consecutivos que, si bien no borran el pasado, hoy alegran los corazones de quienes en algún momento lo sufrieron.
Y eso es Alianza Lima, de La Victoria a la gloria, de la tragedia a la felicidad. Celebra el pueblo blanquiazul con una nueva estrella, una que significa que, con buenas decisiones, las que priorizan la parte deportiva, siempre se puede llegar más lejos.
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