Miguel Villegas

Es, por lejos, el futbolista peruano que más ilusión despierta, que mejores números tiene y el único cuya cotización se ha duplicado en solo ocho partidos de Copa Libertadores. Tanto que el poderoso River Plate –ahí donde Gorosito aprendió que el mito Boca es puro “biri biri”– preguntó por él. Se llama Erick Noriega, es volante o back y tiene todo lo que el fútbol peruano produce cada diez años, más como milagro que consecuencia: personalidad, juego, ambición, físico. La sorpresiva campaña de Alianza en la Libertadores, plantarse en cualquier cancha y sacar puntos, y, sobre todo, la permeabilidad para resolver vacíos en el once según la urgencia, tiene en Noriega al símbolo joven que, si los cálculos de su entorno se cumplen, se irá pronto.