Luego de 60 años de Copa, la noche en la que Alianza hizo temblar a Boca en Matute

Era noche de Copa y, para empezar, había que jugarla así. Con Noriega metiendo una patada apenas en el primer minuto, a pesar de lo imprudente que pudo ser, y friccionando siempre a pesar de la amarilla. Con el cuarentón Hernán Barcos corriendo más que Saracchi, de 26 años. Con Eryc Castillo haciendo ver a la defensa de Boca como conos y con un mediocampo que le tocó y tocó el balón al cuadro xeneize.

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Y la historia quedará fechada nuevamente en un 18 de febrero. Así como en el 2010 vencieron a Estudiantes, anoche fue ocasión de celebrar ante otro campeón de Copa, ante nada menos que Boca Juniors.

Fue 1-0 y pudo ser más. Con un Alianza más fino, hoy se estaría hablando de otra goleada para las páginas del fútbol peruano, pero la ventaja igual ocupará un espacio especial en los recuerdos del hincha blanquiazul. Y se acordarán de la noche en la que Eryc Castillo hizo y deshizo en el primer tiempo, en el que Gaibor y Ceppelini mostraron lo que es jugar al fútbol en el mediocampo, en el que Garcés mostró temperamento en el fondo y sobre todo, en el que Matute volvió a ser un caldera para enfrentar a un grande América -aunque lamentable la pelea entre hinchas previo al encuentro-.

Un Alianza que hizo ver a Boca como si fuera cualquier equipo argentino y no el que lleva 32 estrellas en su escudo (que representan sus más de 70 títulos), el que trajo a ‘La 12′ desde Buenos Aires y que tiene a Román Riquelme como su máximo directivo, aunque llegó con nueve bajas, entre ellas las de su goleador Cavani, su gran refuerzo Ander Herrera y el peruano Luis Advíncula.

Hay que aplaudir a este Alianza de ‘Pipo’ Gorosito porque es un equipo que se atreve con el balón, que no le corre a tenerla y a buscar ser protagonista. Un equipo que sufrió la baja de Quevedo apenas en el minuto 20 por lesión.

Destacar que con Zambrano y Garcés -y con el retroceso de Noriega-, se ha encontrado cierta solidez atrás. Los centrales tienen capacidad para salir jugando, tienen la inteligencia para reventarla si es necesario y no le huyen al forcejeo físico ante cualquiera. Así se hacen sentir.

Y lo mejor de Alianza está en ese mediocampo en el que a Ceppelini y Gaibor no les pesa la responsabilidad de conducir al equipo. Y más con Noriega siendo un todoterreno, que siempre los acompaña, que les cubre las espaldas y que corre por ellos si es necesario.

Noriega fue la figura anoche. Jugó 90 minutos amonestado, pero tuvo la jerarquía para no cometer errores y jugar fácil, lo mejor que se puede hacer en el fútbol.

Y si hay algo que faltó, la definición es lo que se lamenta en La Victoria. Seis remates al arco, cuatro grandes chances de gol y el 1-0 es muy corto por lo visto en Matute. Es una victoria al fin y al cabo, sí, pero en estos cruces de ida y vuelta y considerando que la revancha es en la Bombonera el próximo martes, la ventaja debió ser mayor. Pero ya Alianza tiene la ventaja e irá a Buenos Aires a defenderla.

—Historia—

Los números a veces dictan la historia y Alianza le ha ganado a Boca por primera vez en Lima por la Copa. Cayó en 1966 y empató en el 2018 y solo le había ganado en la Bombonera hace casi 60 años. El cuadro xeneize ha visitado el Perú 12 veces y esta es la séptima victoria de los locales. Antes celebraron la ‘U’, Cristal, Cienciano y ahora se sumaron los blanquiazules.

Es la segunda victoria oficial de Alianza sobre Boca, y una que puede marcar la temporada. El cuadro argentino disputa por primera vez la fase previa de la Copa y que no llegue a la fase de grupos sería una tragedia argentina. Está en manos de Alianza.