
El cronómetro marca los 38 minutos del primer tiempo y en Matute se vive un extraño suceso: los casi 30 mil aliancistas que están destrozando sus cuerdas vocales en las cuatro tribunas viajan al pasado. En el campo es Eryc Castillo quien ocasiona el fenómeno. A pura velocidad y potencia, el ecuatoriano choca con el lateral Sarachi y lo hace volar por los aires, y el hincha en las gradas ve a Wilmer Aguirre ante Estudiantes de La Plata, en 2010. Durante 90 minutos, el estadio victoriano vive en aquel 18 de febrero, de hace exactamente 15 años, y no quiere regresar al presente. Si aquella noche gloriosa de Copa golearon al entonces campeón de América, este martes fue Boca Juniors, el segundo club más ganador de la Libertadores con seis copas, el que se rinde ante los pies de un inmenso Alianza que ganó 1-0 por la ida de la fase 2 del certamen continental, aunque pudieron haber sido más.