Prendió el televisor y se quedó ahí, como el niño chiquito que todavía es. Prendió el televisor en su habitación en la clínica Limatambo y arengó a Cáceda, le gritó cosas a Braynner y se agarró la cabeza cuando pidió el cambio Guastavino. Era Roberto Chale en su partido personal, lejos de su comando técnico en Matute y más cerca de enfermeros y cirujanos en San Borja, ganándole otra vez al peligro que lo quiso asustar y no pudo. Que lo quiso alejar de su equipo y no pudo.
Porque este Universitario de Deportes 2016 es su equipo. Desde el discurso y las formas, hasta la manera de pisar la cancha. Chale dijo que su equipo iba a ser ofensivo y su equipo es ofensivo: tiene 21 goles el líder del Apertura. Chale dijo que su equipo iba a jugar igual en cualquier cancha y va a Ayacucho y gana, y visita Matute y celebra 2-1. Chale explicó que tiene una forma muy particular de manejar su vestuario, polémico diríamos, y apenas termina el partido, el 'Puma' Carranza lo llama para contarle “que los muchachos ganaron por ti, Roberto, que te dedican el partido”. Y una hora después de ganar el clásico empieza el desfile de jugadores –Cáceda, Guti, Guastavino, Romero, Braynner, Benincasa, Oreja Flores, Ruidíaz, y luego llegaron todos– por la clínica donde Chale ya se quiere levantar, para decirle que se ponga bien porque este es su equipo.
Incluso Guastavino, su as de copas, tomó la palabra en la clínica y le dijo: “Profe, usted tiene que volver a celebrar con nosotros lo que empezó con nosotros”. Chale, emocionado, los abrazó a todos, uno por uno. Gastó una broma. Hizo promesas. No es muy difícil conmover a un niño, a un Niño Terrible.
Es difícil predecir el futuro. Es absurdo, además. Nadie puede garantizarle a la ‘U’ que será campeón del Apertura, pese a la ventaja 4 puntos que acaba de sacarle al segundo. Lo que sí es incuestionable es que la ‘U’ ha vuelto a ser un equipo protagonista. El más protagonista del irregular campeonato peruano. Y aunque otros hacen los goles, Roberto Chale tiene todo el derecho de festejar los triunfos como nadie en el mundo.
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