“Ojalá volvamos al Mundial antes de que me vaya al otro lado”
Redacción EC

Miguel Rocca Arismendiz

Nací en Cañete hace 71 años. Estudié en el colegio Santa Bárbara, donde llegaba luego de caminar 5 kilómetros desde la hacienda donde vivía. Comencé profesionalmente en el Deportivo Municipal y luego pasé por Universitario y llegué a la selección. Fui capitán de Perú durante casi 20 años y jugué los mundiales de 1970 y 1978. Ayudé en la clasificación al Mundial de 1982 y gané la Copa América en 1975. Actualmente formo parte del comando técnico de la ‘U’ y tengo escuelas para descubrir nuevos talentos. Mi virtud es el énfasis que le puse a mi carrera deportiva y mi defecto es que no me gustaba perder los partidos, al punto que no salía de mi casa al día siguiente.

De su experiencia mundialista, recuerda esa remontada 3 a 2 contra Bulgaria. “Nos enteramos del terremoto de Huaraz al momento de jugar el partido. Bulgaria nos ganaba 2-0 y tocaba sacrificarnos más, salimos con una nueva mentalidad, me tocó empatar con un gol de tiro libre y lo celebré como nunca, por todo lo que había sucedido y finalmente Cubillas anotó el gol del triunfo”.

¿Y el partido contra Brasil?
Si no nos hubiese tocado Brasil y nos tocaba contra un europeo, yo creo que hubiésemos estado gozando otra cosa, jugando de repente la final, con la posibilidad de ser campeones o subcampeones.
 
¿Cuál cree que fue la razón para que lo escogieran capitán de la selección peruana
?

Creo que era por lo que hacía en los entrenamientos. Yo siempre estaba entre los primeros. Si podía me quedaba trabajando más, por ejemplo en los saltos, me quedaba a patear tiros libres y penales, el que es defensa tiene que tener mucha reacción. Cuando me lo anunciaron me sorprendió, había jugadores con más experiencia. Me emocioné porque ser capitán donde había tantas figuras, para uno era una satisfacción y un honor. Me hice capitán de la selección en el año 69.

En las disputas con los delanteros, ¿se trabajaba a la ‘boquilla’ para hostigar a los rivales?
Golpes no había, salvo cuando uno iba en una jugada. Los golpes denigran el fútbol, si no nos hubiésemos metido al box. A veces hay algunas reacciones, depende de lo que se dice y cuánto puede llegar a molestar a uno. Yo respetaba al rival, pero cuando iba a una pelota dividida iba con fuerza, haciendo sentir el pie. Yo tendría que pensar mucho para poder lesionar a alguien, el fútbol es alegría y competencia, pero eso no quiere decir que voy a malograr a otro para ganar. Por ejemplo, en la mordida del uruguayo Suárez, fueron los nervios. La sanción me ha parecido muy fuerte, él no es un criminal y lo han sacado de la concentración de esa manera.
 
¿Se podría hablar de una pérdida de prestigio de la selección peruana en las últimas décadas?
Siempre habíamos estado entre los cuatro primeros en Sudamérica. Las demás selecciones han crecido y nosotros nos hemos estancado, no es que hayamos bajado. Hoy nos han superado y nos llevan ventaja. No solo futbolísticamente, sino también en biotipo. En la época nuestra la forma de crianza era distinta, cumplíamos horarios, nos alimentábamos bien, le metíamos vitamina O: “Vitamina olla”. 
 
¿Da envidia ver un Mundial en el que los equipos de América son protagonistas?
Eso es bueno, esos equipos lo están haciendo muy bien, hasta Costa Rica en quien casi nadie creía. Hay que felicitar a los que están, eso nos puede servir a nosotros para poder trabajar pensando en estar en el siguiente Mundial, en Rusia. Lo complicado es que para las próximas Eliminatorias, Brasil y Argentina son fijos, tenemos que pelearla con Ecuador, Colombia y Chile. Pero a veces cuando hay estas complicaciones es cuando  Perú a veces sale adelante, a nosotros nos pasó así varias veces.
 
¿Qué necesitamos para volver a ser competitivos?
Creo que todo depende de los mismos jugadores. Acá nos tenemos que preocupar de hacer las cosas bien, y las cosas van a salir. Calidad hay, quizá falte experiencia, pero eso se consigue jugando partidos importantes, con equipos grandes, haciendo giras. Nosotros jugábamos esos partidos en nuestras vacaciones. De esos partidos, más allá del resultado, se aprende. Todo eso se acumula y cuando llega la hora de la verdad es diferente. Todos estamos esperando que haya buenos resultados.
 
Volveremos a un Mundial
No sabemos cuándo, pero tenemos que volver. Ojalá que volvamos antes de que yo me vaya al otro lado. Hay confianza, hay otra mentalidad y los que ahora pueden entrar van a ir mejor preparados y sabiendo lo que tienen que hacer. No es fácil, pero tienen que meterse en la cabeza que poniendo todo de sí, trabajando con mucha conciencia, se consigue. No hay cosa que no se pueda conseguir si no se pone esfuerzo.
 
¿Cuál es su candidato para el Mundial?
Brasil. Tiene el apoyo de la gente y siempre hay un poco de inclinación hacia ellos.

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