OPINIÓN | Guti: el profesional futbolista amateur
OPINIÓN | Guti: el profesional futbolista amateur
Miguel Villegas

Digamos que no es ‘el’ crack. Digamos también que esta ‘U’ líder del Apertura se recita de memoria sin él y es justo, por Flores, Ruidíaz, Guastavino o Cáceda. Y digamos, finalmente, que es uno de esos jugadores que nunca deberían irse del plantel por una razón básica, emotiva: es un gran suplente. Después del 2-0 sobre San Martín, su gran noche este 2016, Juan Diego Gutiérrez eligió una frase perfecta para bajar la música que pedía fiesta cuando todavía no hay nada que celebrar: “Yo solo le estoy cuidando el puesto a Guastavino”.

Su historia es real aunque parezca ficción. De niño iba al Estadio Monumental y soñaba con ser como esos jugadores que celebraban el tricampeonato con Roberto Chale. Una vez contó que en su colegio, jugaba a ser el delantero que hacía el gol del triunfo y lo celebraba con la tribuna, como sus héroes en la tele. Cosas del recreo. Cosas de hincha. Luego se hizo futbolista, pisó la Reserva de la San Martín en 2008 y aunque le tomó mucho cariño al club, tenía un sueño. De hecho, en la primera entrevista que dio en CMD –que se puede ver en YouTube-, Guti no habla de Europa y no se plantea la selección. Guti quiere jugar en el club del que es hincha desde que iba con sus patas a Norte. Guti quiere jugar en la ‘U’.

Lo que vino después es guion de cine. Guti pasó un año inactivo porque quiso renegociar su contrato vigente con la San Martín –el 2014- y desde Santa Anita no lo aceptaron. Lo acusaron ante la FPF. Pasó más tiempos con abogados que con kinesiólogos. Tuvo que entrenarse en gimnasios particulares, salir a correr por el malecón de Miraflores, resignar su sueldo y vivir de los ahorros. Entrenarse a solas porque en la universidad ya no lo querían y porque en la ‘U’, queriéndolo, no podían hacerle un daño mayor.

Pasó un año sin jugar al fútbol.

365 días.

¿Qué pasaba si se lesionaba en ese tiempo? Fue un riesgo.

El primer día del 2015 en que volvió a entrenarse, ya en Campo Mar con la ‘U’, Guti llegó una hora antes y se fue dos horas después. Y así hasta hoy.

¿Es su historia una buena noticia en estos tiempos de contratos súpermillonarios? Sí, es una historia para creer. Juan Diego Gutiérrez es un futbolista profesional que conserva intacto el espíritu amateur, 94 partidos en Primera después. Un futbolista hincha. Un dato podría explicarlo: junto con Guarderas, Dulanto, Aguirre y Cuba, habituales suplentes del plantel, bromean sobre esta decisión del comando técnico e incluso han bautizado al grupo con un eufemismo para llamar a los muchachos del plantel que juegan poco. “Gracias por dejar en alto el nombre del ‘Niupi’, escribió uno de ellos en Instagram. Otra prueba de la unidad de un grupo que no se detiene en polemizar y suma.

Posiblemente no será el crack de las huachitas ni el hombre mediático de las fotos, pero –y tres goles- para la ‘U’ puntero del Apertura que también se puede ser un futbolista decisivo. No tanto desde el juego y los goles, sí por la perseverancia y el esfuerzo. Hoy, cuando nadie cree en nada salvo en los ceros de la cuenta en el banco, Guti solo cree en él y en sus afectos. Y eso siempre será una historia para leer cien veces en los libros.

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