Reynoso y la confirmación de un proyecto: ¿Se queda en Melgar?
Reynoso y la confirmación de un proyecto: ¿Se queda en Melgar?
Horacio Zimmermann

El título de Melgar es la confirmación de un proyecto. En el campo y en las oficinas. No se le dio en el 2014 pese a haber terminado como el equipo de mayor puntaje en el acumulado, pero en el 2015, en el año que el club celebra cien años de fundación, acarició el trofeo con merecimiento. Ratificó los puntos con la Copa.

Uno de los protagonistas es . Y aquí, dos escenarios:

Tras el pitazo final, un eufórico Reynoso levanta los puños, corre al centro del campo a abrazar a sus jugadores, uno por uno, grita, explota. Se siente campeón. Festeja un método, un resultado, la voluntad, el sacrificio.

Luego de su explosión de júbilo, decide quedarse en una esquina del campo de la UNSA. No recibe medalla, no acompaña a sus jugadores en la premiación. No levanta la Copa. La decisión arroja una interpretación: los verdaderos protagonistas y ganadores de este títulos son ustedes, muchachos. Celebren, yo estoy bien aquí.

Los calificativos que uno escucha acerca del entrenador tienen que ver casi siempre con un análisis de su comportamiento frente al periodismo. Antipático, soberbio, malhumorado, maleducado, son algunos de los adjetivos con los que se le suele definir por parte de la prensa y la opinión pública en general.

Son opiniones formadas a partir de una mirada –equivocada o no– al comportamiento que muestra en determinada circunstancia, mas no en su vida personal, en la que, nos comentaron, es un padre ejemplar y una persona con objetivos claros en su carrera, con valores y capaz de entregar sin recibir nada a cambio.

Pero en lugar de entrar en esta tonta discusión, de si es una buena o mala persona, debemos detenernos en su trabajo como entrenador. Y el suyo arroja, más allá de un título, resultados inmediatos excelentes para Melgar. En dos años, no solo el equipo fue protagonista, sino que nunca claudicó en el objetivo de volver a la institución una de primer mundo. En Primera y en reserva, el trabajo fue en conjunto. Una sola idea con distintos objetivos. Arias, Torres, Palomino son fruto de ese trabajo macro. Reynoso, cuentan, cambió las condiciones de trabajo: desde el rehidratante para los jugadores.

El título es de los futbolistas, pero también de Reynoso, aunque muestre un comportamiento que algunos acercan a la humildad, otros a la arrogancia.

La gran incógnita, sin embargo, es si continuará en Melgar, equipo con el que culmina contrato este año. “Estamos haciendo todo lo posible para que se quede un año más”, dijo ayer Jader Rizqallah, dueño del club, en la Plaza de Armas de Arequipa.

Rubén Marrufo, ex jefe de prensa de Melgar y periodista cercano a Juan Reynoso, publicó en su cuenta de Twitter una conversación con el entrenador.

-¿Te quedas?
- No lo sé.

Agregó que más adelante, durante las celebraciones, Reynoso dijo a sus futbolistas: "Hay que prepararse bien para la Copa", en referencia a la Libertadores.

El futuro de don Juan es incierto. Por el momento, debe seguir festejando lo que también es un logro meritorio en su carrera.

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