Este Descentralizado 2018 se ha caracterizado por las constantes reprogramaciones de los partidos. (Foto referencial: USI)
Este Descentralizado 2018 se ha caracterizado por las constantes reprogramaciones de los partidos. (Foto referencial: USI)
Julio Vizcarra Torres

Lejos de los reflectores del Mundial, volvió a brillar por su campeonato de terror. Mientras duró Rusia 2018 y con la selección nuevamente en la élite, olvidamos por un mes el paupérrimo campeonato local que tenemos. Pobre a todo nivel, siendo este 2018 el más inverosímil que se recuerde. Desvirtuado por donde se lo mire, a excepción del rendimiento de Sporting Cristal, el mejor club en lo que va del año. La última perlita se dio con el partido que debían jugar Universitario y Unión Comercio el miércoles 26, que ha sido reprogramado para el 13 de octubre.

Obviamente, la postergación del encuentro, con tanto en juego y pocas fechas por delante, generó suspicacias, al tiempo que alimentó este espíritu deportivo de ganar los puntos en la mesa. Aquí, las responsabilidades se comparten. La ‘U’, según su administrador Carlos Moreno, sabía desde el último viernes que el cotejo no se iba a jugar, por el pésimo estado de la cancha del Monumental y porque no había escenario alterno, pero en ningún momento lo dijo. Hubiera sido bueno que desde Ate lo hicieran público, en clara señal de transparencia.

En este punto, más de un equipo debió verse afectado por el tema de los campos. Por ejemplo, Alianza Lima no tuvo que ser local en Matute en sus últimos partidos. El césped del estadio victoriano estaba tan o más afectado que el del Monumental, sin embargo, ahí se disputó el duelo contra Cristal, uno de los más atractivos del torneo.

Luego está el papel de la ADFP y FPF, representada por su Comisión de Licencias. El 2019, la Federación tomará control del Descentralizado y podrá aplicar lo que mejor le convenga, pero intentar intervenir en la reprogramación del encuentro lo único que hizo fue acentuar aun más el conflicto que existe con la Asociación.

Para cerrar, está el papel de la Policía Nacional. En este campeonato se ha vuelto un clásico que a última hora aparezca un pedido por falta de garantías para que un partido cambie de fecha. Puede ser entendible en algunos casos, en donde coinciden marchas en nuestra Lima caótica y juegos con equipos de gran hinchada. Aunque, aparecen cuestionamientos si se trata de un Alianza Lima-UTC, Sport Boys-Real Garcilaso o el mismo Universitario-Comercio.

Es una pena que luego de la fiesta que vivimos con el Mundial de Rusia 2018 y la imagen que se mostró al mundo, distinguido por el premio The Best, otorgado por la FIFA a la hinchada peruana, sigamos conviviendo con estos problemas y muestras de incapacidad. Ver el rostro de incredulidad de Ricardo Gareca en Matute por la suspensión del Alianza-Cristal o a Paolo Guerrero junto a su hija dejar el estadio victoriano apurado, en busca de un lugar seguro, es una clara señal de que no hemos aprendido nada.

La Copa del Mundo pasó y el maquillaje desapareció. Lamentablemente, este es nuestro producto de exportación.

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