Universitario: "No hay garra sin una idea", por Daniel Peredo

Universitario de Deportes es más noticia en la prensa que en la cancha. Llevan semanas exponiéndose en los medios y subestimando, cada vez más, su posición en la tabla. En estos momentos, la ‘U’ está fuera de la zona de descenso solo por la bonificación de su reserva, por lo que sumaron sus jóvenes, los mismos que en el momento más urgente del Apertura también pusieron la carita. Los chicos, por ahora, resuelven los problemas de los grandes.

Es la institución la que sostiene al equipo y no al revés. La inestabilidad del club tiene que ver, aunque quienes toman las decisiones deportivas, con todo respeto, se quedaron en el tiempo y han cometido errores groseros de lectura y planificación durante el torneo. En especial los Leguía, pero también Chemo, quien no ha sabido desmarcarse de esta administración, han transmitido el mensaje que la recuperación va a llegar desde el peso de la camiseta, la condición de ídolo del nuevo entrenador o los mensajes de motivación.

“El fútbol nunca cambió, el Barcelona toca y juega como lo hacíamos nosotros en la selección del 82. No hay nada que inventar”, resumió Leguía una noche en CMD.

El buen Germán cree que Guardiola construyó un equipo único e irrepetible, el mejor de la historia, sentado al borde del campo tomando café. Hay una decena de libros, miles de páginas sobre su obsesión y metodología de entrenamiento.

El efecto de la salida de Suárez y la llegada de Chale puede haber liberado al plantel. Nadie discute la observación y el conocimiento futbolístico de Roberto, pero no es lo único que hoy demanda el cargo de técnico. Más allá de sus logros como futbolista, de sus antecedentes como tricampeón, que algunos lo escuchen con fascinación por su inigualable carisma, el fútbol evolucionó, es presente, y al entrenador se le exige conocimiento, trabajo y soluciones. No hay garra sin una idea. No hay motivación sin funcionamiento.

La ‘U’ descolgó a los ídolos del póster buscando salir de esta situación adversa. Lo primero que deben hacer es asumir la dolorosa realidad. Creemos que están a tiempo. Más acción y menos declaración.

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