Renato Cisneros

La Libertadores viene provocando en la ‘U’ un efecto similar al que generó la pandemia en todo el país. La Copa nos ha desnudado. Nos ha puesto en evidencia. Nos ha quitado la venda. Nos ha hecho ver –o reconocer– que no somos el equipo fuerte que creíamos, sino apenas un bicampeón pueblerino, el reyezuelo de la cuadra, el tuerto que, entre ciegos, se jacta de su único ojo.