Una verdadera fiesta. Sonrisas por montones. Una historia mágica sacada de un hermoso cuento de hadas. Algo impensado. Todo esto fue lo que desató el triunfo épico de Islandia sobre Inglaterra en los octavos de final de la Eurocopa 2016.
En Reykjavik, la capital del país de Islandia, se comenzaba a congregar público para observar el duelo de su selección. Cuando Inglaterra dio el primer golpe el silencio se posó sobre los rostros felices de los hinchas.
#Iceland reaction to @WayneRooney penalty kick. #isl 2- #eng 1 #euro2016 @NRK_Sport #cnnireport @BBCSport @england pic.twitter.com/RybfVvVuTA
— Iceland Photos (@dorisig) 27 de junio de 2016
Cuando Ragnar Sigurdsson y Klolbeinn Sigthrsson revirtieron el resultado, el lugar de concentración se transformó en un loquerío. Todos saltaban, se abrazaban y agitaban sus chalinas en señal de conquista.
Los altoparlantes gritaban con el corazón en la mano por lo acontecido. Islandia había dejado fuera a una potencia como Inglaterra. Adultos se volvieron niños por unos instantes para recurrir a esos sueños que solo ellos son capaces de originar.
#Iceland following the game #Isl v #eng in #Reykjavik, #Iceland 2 - #England 1. #cnnireport @england #euro2016 rt pic.twitter.com/RMNc0TV6sG
— Iceland Photos (@dorisig) 27 de junio de 2016
El siguiente rival de Islandia es Francia, el anfitrión de la Eurocopa 2016. Hasta aquí, la pequeña población de ese entusiasta país se ganó con creces los corazones de los románticos del fútbol.
LEE MÁS SOBRE...
La hermosura nórdica también se hizo presente en las gradas ante Inglaterra ► https://t.co/B6yLdnvpWN#EURO2016 pic.twitter.com/djWZ6zaQkO
— El Comercio (@elcomercio) 27 de junio de 2016
Contenido sugerido
Contenido GEC