A partir de su estatus de leyenda en Alemania, Claudio Pizarro ha sido protagonista de un libro elaborado por el periodista Reimar Paul.
El cronista, que labora en el periódico “Weser Kurier”, ha dedicado gran parte de su vida en seguirle los pasos a Claudio Pizarro.
Hoy que el 'Bombardero de los Andes' ha sobrepasado una cantidad considerable de récords, Reimar Paul se ha animado a revelarle al mundo su obra más preciada: Pizarro, la biografía.
En las páginas del tabloide “Weser Kurier” se plasmaron algunos capítulos del libro de Reimar, en donde hace hincapié en la infancia y adolescencia del goleador histórico del Werder Bremen.
► Claudio Pizarro volvió a los entrenamientos del Werder Bremen
► Claudio Pizarro sufrió una lesión en los entrenamientos del Werder Bremen
--- Amor incondicional por Alianza Lima---
Desde que tiene uso de razón, Claudio Pizarro ha sentido un cariño invaluable por Alianza Lima, el último equipo peruano que defendió antes de escribir -a punta de goles- su historia gloriosa en Alemania.
“Claudio es fanático del club capital Alianza Lima. Hasta hoy, en la tribuna del estadio Alejandro Villanueva, conocido también como La Caldera, el niño anima a sus ídolos como Waldir Sáenz, con quien más tarde jugara en Alianza”, escribió Reimar en el capítulo “Primeros pasos en Lima”.
Los años pasaron y el amor por los colores azul y blanco no cambiaron para el veterano delantero de 40 años. Incluso, meses atrás, puso a Alianza Lima por encima de clubes relevantes como el Bayern Múnich y el propio Werder Bremen.
“Soy hincha de Alianza Lima, pero en Bayern Múnich tengo hecha casi toda mi carrera (…) Escojo Alianza porque soy hincha desde pequeño, siempre iba al estadio y por eso los elijo”, comentó en un curioso 'ping-pong'.
--- Momento complicado en el Callao---
Claudio Pizarro atravesaba un momento difícil por su pasión por el fútbol. En su familia no lo visualizaban como jugador, pero aun así tuvo su oportunidad de enrolarse a la Academia Cantolao.
En el equipo 'delfín' vivió una situación inexplicable por su condición social. Sin embargo, al momento de exhibir su talento todo quedó como una anécdota curiosa.
“Al principio fue un poco difícil para mí, porque era el único chico blanco y todos me miraban de forma extraña. Luego, cuando jugamos al fútbol, todo salió bien”, rememoró el ex capitán de la Blanquirroja en las páginas de la obra de Reimar Paul.
Su llegada a Academia Cantolao, vale precisar, se dio porque la Marina de Guerra del Perú, institución donde se desempeñó su padre, se encontraba afiliada con el conjunto chalaco.
--- La familia, el pilar más importante en su carrera---Para Claudio Pizarro su vida como futbolista era un simple sueño. Quería cumplir ese anhelo, pero tenía cierta inseguridad por las repercusiones.
Afortunadamente apareció su padre para asegurarle que tendría todo su respaldo. A partir de entonces, el lazo entre ambos se hizo fuerte. Quizás hasta inquebrantable.
“Mi papá siempre me ayudó. Es la persona más importante en mi vida”, reconoció el deportista que un año antes de graduarse no sabía si ir a la Marina o estudiar ingeniería. Ni lo uno ni lo otro; al final se convirtió en futbolista.
Su madre, en cambio, guardaba el anhelo de que estudiara una carrera profesional. Todos, al final, se dieron cuenta de que Claudio Pizarro estaba destinado a ser jugador profesional cuando lo llamaron por primera vez a la Sub 17 por allá en la década de los 90'.