McGregor fue el primer peleador en la historia de la UFC en ser campeón de dos categorías distintas. Foto: Gary A. Vasquez-USA TODAY Sports
McGregor fue el primer peleador en la historia de la UFC en ser campeón de dos categorías distintas. Foto: Gary A. Vasquez-USA TODAY Sports
/ Gary A. Vasquez
Ricardo Montoya

Consumados los hechos aparece impoluta la verdad. Las evidencias son pavorosamente superiores a las fuerzas con que intenta desmentirlas. No es un secreto que ha dejado de ser quien fue, y por más que hace el esfuerzo de entregarse a excusas vacuas, en el fondo, sabe que el cuerpo no le responde igual. La terrible lesión del desenlace no disimula los acontecimientos: en solo un round Dustin Poirier, su rival, lo ha castigado a placer. Las sirenas ya han dejado de cantarle al oído, " The Notorious” está acabado.

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“No cambiaria mi viaje por ninguno. Soy el Más grande de todos”, escribió en sus cuentas unos días después de la derrota, ya más tranquilo. Su reacción inmediata había sido culpar a una vieja lesión de tobillo, producto del estrés de la pelea. Inclusive, subió fotos a sus redes sociales que daban cuenta de un problema preexistente que recrudeció en el combate. Algunos de sus admiradores, los menos, han comprado la historia. Los más, en cambio, independientemente del amor que le tienen, creen que, en realidad, la rotura del tobillo terminó siendo una tabla de salvación para un martirio que recién comenzaba. Poirier, quien se hace llamar “El Diamante”, brillaba en todo su esplendor. La demolición era inminente.

Conor McGregor deberá desplazarse con muletas seis semanas como parte de su recuperación. (McGregor Instagram)
Conor McGregor deberá desplazarse con muletas seis semanas como parte de su recuperación. (McGregor Instagram)

Ahora bien, este ocaso, aparentemente irremediable, no debiera difuminar un ápice el lustre de una carrera brillante. McGregor ha sido el tótem supremo de la publicidad y el marketing de las artes marciales mixtas. Conor creó un personaje que le permitió enriquecerse como nunca nadie lo hizo en la historia de esta disciplina. Su imagen atrajo millones de espectadores para su deporte y fue, por casi una década, el icono más relevante de la UFC en todo el orbe. Era inmune a la indiferencia, generaba odios y amores a granel.

Pensar que McGregor fue únicamente un producto que fabricó el marketing con creatividad y talento alcanza el nivel de la herejía. No se puede desconocer que el histrionismo del irlandés jugó un rol prioritario en la seducción de las masas que lo adoptaron, pero detrás de toda la parafernalia, el boato y los exabruptos verbales había un luchador infernal. En su hora cumbre, “The Notorious”, fue un artista marcial mixto fabuloso.

¿Volverá a competir Conor McGregor al alto nivel tras su lesión?
¿Volverá a competir Conor McGregor al alto nivel tras su lesión?

Entre el 2011 y el 2018 McGregor estableció su legado. Se consagró campeón en dos distintas categorías y le ganó, con autoridad, a futuros miembros del Salón de la Fama. Jose Aldo, Max Holloway y el joven sucumbieron ante sus puños. Nada de lo conocido servía en el momento de predecir su próximo ataque; cambios de guardia, trayectorias impracticables, flexibilidad máxima y mucho poder de nocaut. Su estilo hiperagresivo no contemplaba el retroceso y cada pelea suya era un festín para los amantes de la lucha libre.

McGregor era tan bueno con los puños que, en su única incursión en el boxeo, puso en aprietos al mismísimo Floyd Mayweather junior. Acaso confiado en la dinamita de sus golpes no mejoró nunca su trabajo en el piso. Esa terminó siendo la kryptonita con la que sus oponentes lo derribaron. Una vieja debilidad que no supo corregir,

McGregor asegura que va a volver al octágono más fuerte que nunca. Sería un disparate. No por su edad, tiene 32 años y podría pelear dos o tres peleas más. El problema real es que su cuerpo ya no le rinde para regresar a la elite de la UFC. Debería mirarse al espejo y admitirlo. Regresando, lo único que va a conseguir es menoscabar su leyenda. No vale la pena.

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