El equipo peruano venció a Líbano y seguirá en el Grupo Mundial I de la Copa Davis.  (Foto: @Teamperu)
El equipo peruano venció a Líbano y seguirá en el Grupo Mundial I de la Copa Davis. (Foto: @Teamperu)
Miguel Villegas

Las selecciones nacionales, cuando son buenas, cuando han pasado de entrenar a convivir, se distinguen por pequeños detalles que ahora podemos descifrar desde sus redes, ese corazón abierto. Antes era una parrilla, o un cumpleaños juntos, una declaración cariñosa en los diarios. Hoy es un post. En la madrugada del sábado, cuando todos dormíamos, un puñado de peruanos se reunió en el centro del campo del Smash Sporting Club de El Cairo, Egipto, se tomó una foto y reveló así un detalle que a veces pasa desapercibido: este equipo peruano de Copa Davis es una familia. Ignacio Buse, el peso gigante de la historia de su apellido y la responsabilidad total ante la lesión de Juan Pablo Varillas, posteó la imagen con una frase que lo define. Que los define.

-”Para ti, Negrito”-

La etiqueta a Juanpi, primera raqueta nacional, lesionado para esta serie de playoffs contra Líbano, me libera de mayores comentarios. Las noticias eran dos: Perú superó a Líbano tras vencer en dobles y en setiembre disputará las eliminatorias del Grupo Mundial I, por el pase a los Qualifiers del próximo año. Y Perú está en buenas manos. Literal y literariamente.

—La serie—

Campeón del Challenger de Buenos Aires en la víspera, Juanpi sufrió un desgarro del abductor de la pierna derecha y modificó los planes de Lucho Horna, el capitán del equipo peruano de Copa Davis. No el entusiasmo, ni la fe. Tenía argumentos para la esperanza: tanto Nacho Buse como Gonzalo Bueno y, unos peldaños atrás, los hermanos Huertas del Pino vienen construyendo una carrera silenciosa pero sólida. Eligen con precisión los torneos en los que juegan. Los dos tienen 20 años y en perfil ATP tienen un hit: final del Roland Garros Junior dobles, en el 2022. Los especialistas en tenis coinciden en algo: “Tienen diez años por delante para proyectar un futuro importante”. Pablo Arraya es más contundente aún. “Cuando te dicen que la Copa Davis está acabada y aparecen triunfos como estos de Perú a uno le da ilusión y queda prendido”.

Y a partir de ellos, se construyó el categórico 4-0, un triunfo de visitante en Copa Davis que no ocurría desde el 2019.

Este sábado, Buse reemplazó a Alexander Merino y se unió a Conner Huertas del Pino para vencer 2-0 (6-4/7-5) a la dupla compuesta por Hady Habib y Benjamin Hassan, inclinando la eliminatoria a nuestro favor en el tercer partido de la serie. El 4-0 lo cerró Huertas del Pino (794°), en el dead rubber, venció por 7-6 y 7-6 a Fadi Bidan (1.233°), de 19 años.

Antes, el viernes, el primer triunfo peruano llegó gracias a Ignacio Buse, número 237 del ránking ATP, quien superó por 2-0 a Hassan (231°). La victoria se amplió más tarde con Gonzalo Bueno (256°), que derrotó a Habib (166) por 2-1 (6-3/2-6/6-4).

Ahora, por supuesto, vuelve la calma que antecede al huracán. Pasó el duro viaje a Egipto y el próximo setiembre Perú sigue en el Grupo Mundial de la Copa Davis. Un lugar del que, por actualidad y pasado, nunca debe dejar de estar.

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