El serbio Novak Djokovic demostró hoy que sigue siendo el tenista abrumador del 2011 al ganar el Abierto de Australia, su quinto trofeo de Grand Slam. El número uno del mundo se impuso a Rafael Nadal por 5-7, 6-4, 6-2, 6-7 (5-7) y 7-5 en un partido épico, su séptima victoria consecutiva en una final ante el español. Con cinco horas y 53 de duración, fue la final de Grand Slam más larga de todos los tiempos y la primera disputada bajo techo.

Djokovic se apuntó el título 29 en su carrera, y su quinto del Grand Slam, además del tercero en Melbourne. Este fue el duelo número 30 entre ambos los dos primeros jugadores del mundo, todavía con ventaja de 16-14 para el español.