Patricio Garino: “Nos dolió mostrar una mala imagen en Tokio 2020″ | ENTREVISTA
Patricio Garino: “Nos dolió mostrar una mala imagen en Tokio 2020″ | ENTREVISTA
Leonardo Torres Cueva

es un ejemplo de resiliencia en el baloncesto mundial: el argentino de 28 años ha superado terribles lesiones, malos momentos emocionales y estuvo a punto de retirarse por las constantes decepciones; sin embargo, gracias a los consejos de Paula, su pareja, y lo que aprendió en el último tiempo, el marplatense ha salido adelante. Con el recuerdo de muy fresco en la memoria y con ‘Cachito mío’ (su emprendimiento) a tope, el jugador de la selección argentina conversó con El Comercio sobre los errores en los Juegos Olímpicos, lo que significa la partida de Luis Scola y la importancia de la salud mental.

MIRA: El fin de una era: Pau Gasol y Luis Scola, dos leyendas, se despidieron de sus selecciones en Tokio 2020

-¿Cómo va tu acondicionamiento físico con el Nanterre 92, tu nuevo club?

Voy muy bien. Por suerte llegué hace una semana y media a Francia, estoy recuperándome de a pocos de la lesión que sufrí en los Juegos Olímpicos Tokio 2020. En estos días quiero entrenar, recuperar buenas sensaciones y ganar mucha fuerza en las piernas. Este club es muy acogedor, me están dando las herramientas para sentirme bien y recuperar mi mejor forma.

-¿Cómo va tu adaptación a París? ¿Ya hablas francés o eso demorará?

París es increíble, es una ciudad muy bonita. No conocía mucho Francia, salvo el sur, ya que estaba cerca de España, donde antes jugaba. No me esperaba que fuese tan majestuoso: hay un glamour fantástico. Sobre el idioma, viene bastante lento, voy una semana y media aquí, pero ya estoy tomando clases para poder comunicarme mejor. Entender no es difícil, lo complicado es hablar, por eso necesito clases con urgencia para mejorar eso a la brevedad.

-¿Cómo resumes la experiencia en los Juegos Olímpicos Tokio 2020? ¿Cómo evalúas el desempeño de la selección argentina?

Como equipo no fue un buen torneo. No estuvimos a la altura de las circunstancias. No nos preparamos bien, por eso no rendimos como se esperaba. Hubo factores externos, entiendo que no los podemos tomar como excusas, pero influyeron en el juego. Gabriel Deck enfermó de Covid-19 y no llegó bien físicamente, a pesar de que luchó mucho. Yo tampoco estuve al 100% por el tema físico, Luis Scola llegó con dos años más que en China 2019, no tuvimos demasiados amistosos, solo tres y eso no fue ideal para compenetrarnos como equipo. Si bien a nivel individual el nivel de muchos creció, no pudimos mostrarlo como equipo. La evaluación es negativa, pero nos sirve para aprender de cara al futuro.

-La selección española utiliza “La Familia” para definirse, pero yo creo que eso se ajusta a ustedes, ¿cuánto disfrutan asistiendo a la selección?

Disfrutamos encontrarnos. Para nosotros no es un trabajo ni tampoco significa perdernos las vacaciones. No es un sacrifico, al contrario, amamos asistir a la selección y encontrarnos con nuestros hermanos. El año pasado que no hubo competencias igual nos juntamos a pasar las fiestas y pasamos las vacaciones juntos en Europa. Hemos desarrollado una química que no es común en las selecciones, pero eso lo heredamos de la Generación Dorada, puesto que ellos eran muy unidos dentro y fuera de la cancha. No hemos forzado nada, realmente nos queremos mucho y disfrutamos estar dentro y fuera de la cancha. No solo somos compañeros, somos amigos y es muy lindo. Eso ayuda a evitar el tema de los celos y la mala onda, si le va bien a alguno, lo celebramos todos; por eso nos dolió tanto no estar a la altura en Tokio 2020. Sabemos que tenemos un plantel con talento, muchos han crecido individualmente, pero no pudimos llevarlo al conjunto y eso nos dejó con una espina clavada.

“El tema de la salud mental es importante, es real y le puede pasar a cualquiera. Eso también me motiva, a demostrar que uno puede levantarse de las adversidades gracias a la ayuda profesional”


-¿Cómo nació esa relación dentro de la selección?

Tuvimos mucha suerte. Nos conocimos desde chicos y muchos se enfrentaron con sus clubes, yo no tuve esa oportunidad porque me fui a Estados Unidos, pero en las formativas siempre nos cruzábamos y desde ahí se formaron lazos muy fuertes. Tomó su tiempo, no es que nos hayamos propuesto ser mejores amigos, pero compartimos mucho tiempo en la selección. Desde aquel Panamericano 2015 en Toronto, que fue nuestro primer torneo juntos, hemos venido enfrentando torneos y disfrutando con la selección. Las personalidades encajaron muy bien en el grupo, sabemos el rol de todos y eso facilita las cosas. Es algo muy natural, salimos juntos, nuestras parejas se conocen y son amigas, algunos ya tienen hijos y es algo que realmente disfrutamos.

Patricio Garino disputó Tokio 2020 con la selección argentina | Foto: FIBA
Patricio Garino disputó Tokio 2020 con la selección argentina | Foto: FIBA

-En Río 2016, los que fueron a esos Juegos Olímpicos, no tenían la responsabilidad sobre sus hombros, eso cambió para Tokio. Mirando al futuro, ¿cuál es el rol que deben asumir ante el retiro de Luis Scola?

Luis deja un hueco muy grande en el equipo. Ese fue uno de nuestros errores en Tokio, dependíamos mucho del liderazgo de Scola. Él sabía que era su último gran torneo, tenía que disfrutar, pero nosotros no dimos el paso adelante porque no queríamos entrometernos en su momento. Ahora tenemos que asumir dentro de la cancha, sobretodo en ofensiva, ya que Scola aportaba mucho ahí. Él nos hacía el juego mucho más fácil porque atraía doble marca y nos dejaba libres para lanzar desde el perímetro. Es imposible que uno solo lo reemplace, entre todos tendremos que suplir su ausencia, pero tampoco debemos cambiar la esencia, al contrario, debemos mantenerla y dar un paso de calidad mirando hacia el futuro.

-Vendrán muchos cambios, desde el coach hasta la ausencia de Scola, ¿el equipo deberá buscar una nueva identidad?

No, no debemos cambiar nada en cuanto a nuestra esencia. Nos caracteriza la intensidad que empieza en la defensa y luego corremos para buscar puntos en ofensiva; asimismo, buscamos tener un juego de 5 vs. 5 muy fluido, con pocos errores y buscando asistencias con altos porcentajes. Debemos mantener esa identidad, lo que tenemos que cambiar es la dependencia, no lo haremos al nivel que sí lo hicimos con Luis Scola, ahora tenemos que repartir el juego ofensivo. Como te decía, tenemos mucho talento, los movimientos en el poste los puede hacer Gabriel Deck, el pick and roll lo puede jugar Marcos Delía, podemos suplir el vacío que deja Luis, todos tenemos que dar un paso adelante para ello.

“Luis deja un hueco muy grande en el equipo. Ese fue uno de nuestros errores en Tokio, dependíamos mucho del liderazgo de Scola. Él sabía que era su último gran torneo, tenía que disfrutar, pero nosotros no dimos el paso adelante porque no queríamos entrometernos en su momento”


-Por lo visto en Tokio 2020, existe una sensación que de Argentina está un paso por detrás de las potencias, ¿coincides con eso?

No, para nada. Si realmente somos tan malos, no seríamos subcampeones del mundo. China 2019 no fue un golpe de suerte, tuvimos muchas pruebas de fuego que pudimos superar. En Tokio 2020 hubo factores que no nos ayudaron: dejado de lado el ego, yo no estuve al 100%, Gabriel Deck tampoco estuvo a plenitud, el equipo no estuvo aceitado, no tuvimos mucho tiempo de trabajo; creo que se dieron varios factores que nos aplacaron. Además, en los Juegos Olímpicos no tienes margen de error, pierdes dos juegos y ya vuelves a casa; en cambio, en un Mundial tienes más opciones para clasificar a la siguiente ronda. Tokio 2020 no determina quienes somos, eso lo tenemos muy claro.

Garino fue subcampeón mundial en China 2019 con la selección argentina | Foto: FIBA
Garino fue subcampeón mundial en China 2019 con la selección argentina | Foto: FIBA

-¿Cuán difícil fue marcar a Luka Doncic en una noche inspirada para el esloveno?

Fue una prueba muy complicada, sobretodo porque venía de un tiempo prolongado sin tener continuidad debido a las lesiones. Fue complicado que en mi primer partido oficial me toque enfrentarlo y se puso peor porque yo no arranqué marcándolo, me lo asignaron cuando estaba encendido y con mucha confianza, fue algo muy complicado. Mi trabajo fue decente, todos sabíamos los puntos que iba a meter, teníamos que incomodarlo. Mi objetivo era fastidiarlo y creo que lo logré, aunque el resultado no nos acompañó: su estadística fue monstruosa, casi establece un nuevo récord. No es lo que hayamos hecho un mal trabajo, él nos llevó a eso, es un jugador de otra galaxia.

“Antes lo veía como un trabajo, hoy lo veo como un desafío. Y quisiera dejar ese legado, que a pesar de los obstáculos, uno puede continuar adelante y llegar a conseguir grandes cosas”


-¿Cuán importante ha sido tu pareja en tu vida? Tengo entendido que ella te ayudó con el tema de la ayuda psicológica, ha estado en las buenas, malas y peores, cuéntame un poco.

Paula, mi mujer, ha sido el pilar más fuerte y es la razón por la que sigo jugando baloncesto. Cuando estaba en España, en Baskonia, luego de las lesiones y todos los problemas que tuve, quise dejar el baloncesto. Ya no disfrutaba el deporte que tanto amaba, quería irme a mi casa y no saber nada de este mundo deportivo. Justamente antes de Lima 2019, ella me llevó a pensar las cosas en frío y buscar la ayuda de un psicólogo. Si no hubiera sido por ella, ahorita estaría en Argentina, encerrado entre cuatro paredes y haciendo otra cosa. Hoy sigo teniendo problemas, como lesiones o de índole personal, paso por montañas rusas de emociones, con pensamientos negativos, pero ella siempre está ahí, animándome a vivir el baloncesto con pasión.

-¿Qué te motiva a seguir jugando?

Ufff, que pregunta eh. Te soy sincero, durante este último año y medio, mi motivación ha estado y también ha desaparecido. Me he forzado a seguir adelante, hoy me siento mucho más tranquilo, tengo distintas expectativas de lo que es mi carrera y ahora disfruto del baloncesto. Antes lo veía como un trabajo, hoy lo veo como un desafío. Y quisiera dejar ese legado, que a pesar de los obstáculos, uno puede continuar adelante y llegar a conseguir grandes cosas, eso es lo que me motiva mucho. Algunos dicen que tengo mala suerte, que acuda a una bruja para que esto mejore, pero no lo veo así, tal vez yo fui el elegido para pasar por esto y quizás estoy para ayudar a los demás. El tema de la salud mental es importante, es real y le puede pasar a cualquiera. Eso también me motiva, a demostrar que uno puede levantarse de las adversidades gracias a la ayuda profesional.

Luka Doncic fue uno de los rivales más difíciles que enfrentó Garino en Tokio 2020
Luka Doncic fue uno de los rivales más difíciles que enfrentó Garino en Tokio 2020

-¿Qué es la NBA para ti? ¿Un sueño o es algo del pasado? ¿Y planeas jugar en la Liga Nacional de Argentina?

La NBA fue un sueño cumplido, por así decirlo, puesto que no jugué demasiado. Logré llegar, me enorgullece, pero me hubiese gustado quedarme. Hoy en día no es algo que me coma la cabeza, no lo tengo fijado en el presente. Si por alguna razón vuelvo a mi mejor nivel y tengo alguna oportunidad, bienvenido sea, pero no es por lo que trabajo día a día. Yo quiero que mi trabajo me lleve a donde me corresponda, pero quiero que sea eso, fruto de mi trabajo, ese es mi objetivo, recuperar mi mejor versión. Sobre la Liga Nacional, fue una experiencia que nunca pude vivir y en el presente no lo tengo entre mis planes, pero jamás le cerraré la puerta a jugar en un futuro en mi país.

-Por último, cuéntame sobre tu emprendimiento, ¿cómo empezó y de qué se trata?

Después del Mundial China 2019 comencé con un emprendimiento de empanadas argentinas en España. Hace un tiempo atrás venía pensándolo y comenzó como una experiencia, quería probar el rubro, con una inversión conservadora. Hoy ha crecido de una manera exponencial, en un año y medio ya tenemos cinco locales y la expansión continúa, es algo muy lindo. No lo esperaba, pero me pone contento, estamos llevando un producto de nuestra tierra a un lugar donde no lo conocen tanto. ‘Cachito mío’ me trae muy contento por esa parte.

MÁS EN DT...





Contenido sugerido

Contenido GEC