Rafael Nadal y por qué llegó en Roland Garros a 30 finales de Grand Slam

En el día de su cumpleaños número 36 Rafael Nadal sella su pase a una nueva final de Roland Garros tras el retiro de Alexander Zverev en dos primeros sets dignos de una semifinal. Será la decimocuarta ocasión en la que el mallorquín juegue la máxima instancia en el Abierto de Francia, torneo en el que ya se ha coronado 13 veces. El polvo de la ladrillo es la superficie que mejor le acomoda.

“Es un sueño estar en la final, pero no quería estar de esta manera. Soy humano y lo siento por él”, declaró Nadal tras consolar a Zverev. Los gritos de dolor del alemán de ascendencia rusa fueron desgarradores.

Con la victoria de hoy, Nadal suma 111 triunfos en Roland Garros, donde sólo ha perdido en tres ocasiones: contra Robin Söderling en los octavos de final en el 2009, Novak Djokovic en cuartos de final del 2015 y la más reciente en las semifinales de la edición del año pasado. Hoy ‘Rafa’ llega a las 30 finales de Grand Slams en toda su carrera profesional. Tan sólo una por detrás que Roger Federer y Djokovic.

De esas 30 finales, 14 de ellas han sido y serán en la mística cancha de la Philippe Chatrier. La última fue en el 2020. Allí Nadal levantó un nuevo título bajo el cielo de París luego de vencer a Djokovic. El español ha ganado 21 finales de las 29 disputadas, convirtiéndolo en el tenista con mejor porcentaje de efectividad en cuanto a finales con un 72,41%. Mientas que, ‘Nole’ y Roger se quedan con un 64,5%.

Desde aquella primera victoria en el 2005 donde un joven Nadal de 19 años ganó su primer Gran Slam y su primer Roland Garros, el de Mallorca ha demostrado por qué es el rey de la arcilla. Es el único tenista con el récord absoluto de 21 coronas de Grand Slam y este domingo podría sumar un trofeo más.

Pese a que al inicio del torneo Rafael Nadal declaraba que esta podía ser su última participación en el Abierto de Francia, hoy llega a una nueva final. Las molestias en el pie izquierdo siguen presentes, pero el español lo dará todo para salir campeón, quizá por última vez en la pista central de Roland Garros.

“Prefiero perder la final y tener un pie nuevo que me permita ser más feliz en mi día a día. Ganar es bonito y te llena de alegría momentánea. Pero la vida continúa y es lo más importante. Yo tengo una vida por delante y me gustaría hacer deporte amateur con mis amigos y esto ahora mismo es una incógnita”, finaliza el zurdo, contrariado por cómo se presenta su horizonte.