Tim Duncan, la figura de la NBA que tuvo contacto con un muerto
Tim Duncan, la figura de la NBA que tuvo contacto con un muerto
Redacción EC

RAÚL CASTILLO

A diferencia de otros jugadores de la NBA, no nació en ciudades particulares como Nueva York, Los Ángeles o Washington. Allá, en Las Islas Vírgenes de Estados Unidos, un grupo de islas ubicadas en el Caribe y que tiene una población de más de 100 mil personas, creció el ala pívot de 2,11 metros y figura de los . Fue un buen estudiante en el colegio, pero su pasión en ese entonces no era el básquet, sino la natación. Tim destacaba en los 50, 100 y 400 metros libre y su objetivo era disputar los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, representando a los Estados Unidos. Lamentablemente, ese sueño se fue al tacho cuando un huracán destruyó la única piscina olímpica que había en Islas Vírgenes.

trató de entrenar en el mar del Caribe, pero la fuerza de la marea y la posibilidad de encontrarse con tiburones en la zona donde nadaba, lo hizo desistir de su sueño. Meses después recibió otro golpe cuando su madre murió de cáncer cuando él tenía los 14 años. Duncan la pasaba mal hasta que encontró una nueva pasión: el básquet. Se convirtió en unos meses en la estrella de su instituto y varias universidades tocaron a su puerta. Decidió estudiar en Wake Forest e inmediatamente después fue elegido en primera ronda por los San Antonio Spurs.

Hasta la fecha, la relación de en San Antonio ha sido solo de amor, compromiso y partidos memorables. Lleva 16 temporadas con el equipo, ha ganado cuatro títulos de la NBA, ha sido elegido dos veces como el mejor jugador del campeonato y ha participado en diez partidos del ‘All Star Game’. Y no solo eso. Él cobra más de 10 millones de dólares por temporada y, pese a que tiene 37 años de edad, es una figuras del cuadro de Gregg Popovich al promediar 15 puntos y obtener casi diez rebotes por encuentro.

Hoy disfrutan del primer lugar de la Conferencia Oeste en parte gracias a Duncan, aquel jugador que hacía unos días confesó haber vivido una experiencia con el otro mundo en un hotel de California. “Escuché un bebé en la habitación de Jeff Ayres [compañero de equipo], había alguien ahí. Pensé que la habitación estaba ocupada al día siguiente Jeff me contó que llamaron desde recepción y no había nadie y es para volverse loco. Allí había un bebé sin duda", confirmó el ala pívot.

Tiempo después los jugadores investigaron y, según la leyenda, ese hotel tiene varios episodios con escenas de fantasmas, entre los que se incluye el fallecimiento de una niña de seis años. "He leído historias de ese sitio y preferiría no volver allí nunca más", sentenció Duncan, quien no ha confirmado si seguirá un año más en la NBA. Su contrato termina al finalizar la temporada. Muy difícil que se mueva de Texas.

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