Eslovenia empezó con el pie derecho su participación en Tokio 2020. (Foto: AFP)
Eslovenia empezó con el pie derecho su participación en Tokio 2020. (Foto: AFP)
/ ARIS MESSINIS
Redacción EC

Luka Doncic se lució en el partido entre su Eslovenia y Argentina, en el inicio del básquetbol masculino de los Juegos Olímpicos de Tokio, y consiguió 48 puntos. La figura de los Dallas Mavericks de la NBA aportó casi la mitad del puntaje de su selección (118), mientras que los sudamericanos llegaron a 100.

Jugando con tamaña velocidad y acierto (37% en triples, 50% en tiros de campo), poco importa que los eslovenos no defiendan, porque los rivales tienen que ingeniárselas para detener su vertiginoso ritmo antes de mirar cómo plantearles problemas.

Esto le pasó a Argentina, que pese a contar con un buen Luis Scola, que anotó 23 puntos en el arranque de sus quintos Juegos Olímpicos -se une a un club muy selecto con el brasileño Óscar Schmidt o el español Juan Carlos Navarro, entre otros, al que se unirán esta noche los españoles Pau Gasol y Rudy Fernández- y buenos momentos de Facundo Campazzo (21) y Gabi Deck (17), se vio desfondada por el ritmo incesante de ofensivas eslovenas.


Chocaban las manos Campazzo y Doncic, excompañeros en el Real Madrid, ya con el balón en juego y ajenos a la primera jugada. Parecía que comentaban la tormenta que iban a desatar: comenzó ‘Facu’ con un triple y le respondió Luka con tres (5-12, min. 3). Scola y Campazzo hacían lo posible por contestar la voracidad anotadora del esloveno, en un partido sin ataques en estático.

Tan rápidos iban, que los jóvenes japoneses encargados de la mopa afrontaban auténticos ‘sprints’ -siempre en parejas y previa inclinación de cabeza antes ingresar en el terreno de juego- para secar el parqué antes de que regresaran los jugadores del ida y vuelta.

El duelo era una exhibición de Doncic, que se anotó 17 puntos solo en el primer cuarto pese a que el ‘Oveja’ Hernández gritara y le cambiara a los defensores, acompañado por el acierto de sus compañeros (6 de 12 en triples para los eslovenos en el primer periodo), con el 24-32 al primer cuarto.

Sin el ’77′ sobre el parqué, Argentina respiró. Pudo apretar su defensa en estático y acercarse con Deck, Campazzo y Scola (34-39, min. 14), pero fue apenas un descanso de unos minutos. A su vuelta, Doncic aceleró a Eslovenia, con Mike Tobey como compinche recogiendo balones interiores bajo el aro para cuajar un parcial 0-12 hasta el 34-51. El descanso llegó con 42-62 y 31 puntos del genio de los Dallas Mavericks.

La pregunta en albiceleste era cómo aminorar el ritmo del equipo centroeuropeo, cómo obligarle a jugar más estático. Pareció encontrar la respuesta de la mano de Scola, pero fue un espejismo, porque al inicio del veterano pívot respondieron los eslovenos con un parcial de 2-18 para pasar del 48-64 al 52-82 en cuatro minutos. El amor propio argentino no tiene límites, y con eso recortaron al 66-88 a falta del último parcial.

Pero ya estaba todo hecho, o casi todo en cuanto a quién era el dueño del partido. Solo quedaba certificar que Eslovenia debutaba en unos Juegos Olímpicos superando los 100 puntos, que lo hizo cerrando el partido (100-118), y si Doncic batía el récord de anotación olímpico, los 55 puntos del brasileño Schmidt en la fase de grupos Seúl 1988 contra España. Este no cayó, pero igualó el segundo mejor registro histórico.

Con información de EFE.

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