En un Hell in a Cell que será recordado por toda la historia, Kevin Owens se impuso ante Shane McMahon tras el inesperado ingresó de Sami Zayn.
La batalla entre Kevin Owens y Shane McMahon se venía desarrollando de manera normal. Con golpes y maniobras agresivas; pero todo en el parámetro de lo esperado.
Hasta que Shane McMahon decidió buscar altura para causar más daño a Kevin Owens. El heredero abrió la jaula y trasladó la acción afuera de la estructura metálica.
Luego, Shane y Owens levantaron al público cuando ascendieron por las rejas y pelearon encima de la jaula. El daño fue severo para ambos y sus cuerpos pedían un descanso.
Ya sobre el final del combate. Kevin Owens estaba noqueado sobre una mesa de transmisión; mientras que Shane McMahon se disponía a saltar al vacío. El hijo de Vince se lanzó, pero no encontró a Owens. Zayn había ingresado y movido el cuerpo del canadiense. Luego, lo levantó, lo colocó sobre Shane y exigió a un árbitro que contara.