El japonés Shinsuke Nakamura es el gran favorito para llevarse la gloria en Royal Rumble y estar en el evento estelar de WrestleMania. (Foto: WWE)
El japonés Shinsuke Nakamura es el gran favorito para llevarse la gloria en Royal Rumble y estar en el evento estelar de WrestleMania. (Foto: WWE)
Redacción DT

Por Carlos Marroquín

Hablar del es sacar automáticamente la calculadora. Analizar todos los números que nos ha dejado en estos 30 años de existencia. Los regresos inesperados. Las eliminaciones más cortas, las más largas. Los récords. Las sorpresas. La comedia. También uno que otro trago amargo por culpa de las decisiones creativas. Pero este evento es importante para el universo de la porque se vuelve la aduana que teje las historias que veremos en WrestleMania. Y vale la pena mencionar que este año hay una posibilidad tácita que podría poner en órbita a la empresa, tomando en cuenta que NJPW (New Japan Pro Wrestling) dejó una valla altísima con la organización de su Wrestle Kingdom 12: que gane este evento. ¿Por qué? Es sencillo de explicar.

Dentro del roster de la empresa, Nakamura es uno de los pocos, por no decir el único, junto a Samoa Joe, que podría hacerle un gran combate a AJ Styles en WrestleMania 34. Al ojo nomás, veríamos una lucha fresca, con dos estilos similares de pelea dentro de sus raíces, pero que a su vez se diferencian gracias al valor agregado que cada uno le puede añadir. La pelea de ambos sería el plato fuerte que todo fanático espera para coronar lo que sería una gran velada de lucha libre. Recordemos que ambos ya se cruzaron en el Wrestle Kingdom 10 del 2016 y fue considerado como uno de los mejores enfrentamientos de esa temporada por el despliegue que mostraron. Solo quedaría esperar la revancha.

Después, hay que reconocer que Nakamura ha sido un tipo muy paciente. Teniendo todo a su favor, desde que llegó en 2016 solo ha ostentado un cinturón y ese fue el de campeón máximo de NXT. En la liga principal de la WWE, ninguno. Por eso, ya es hora de verlo en la gloria. Los creativos saben que su desempeño sería óptimo. Recordemos que ya ha sabido adecuarse al estilo refinado y conservador que la empresa maneja como filosofía de espectáculo.

Y ya si hablamos de estructuras y control sobre el desempeño de los luchadores, Nakamura es claro ejemplo de lo que hace la marca con el talento que recluta: bajarle las revoluciones hasta en un 50%. En otras palabras, controlarles la técnica de pelea para darle mayor protagonismo al espectáculo, pensando también en proteger a los compañeros de vestuario. Bueno, el japonés ha logrado en muy poco tiempo reducir toda la agresividad que le sumaba a su desempeño, como cuando reinaba en NJPW. Ahora es un tipo más tranquilo, pelea con la misma estructura, pero se enfoca más en vender la imagen de un luchador carismático, hasta podría decir un anime absolutamente excéntrico.

Ese es justamente otro argumento por el que conviene que gane el Rumble: su enganche con el público. Vivimos en una época en donde es trascendental conectar con la gente, ya sea como face o heel. Lo importante es que el público te reconozca como un atleta de calidad y con un gran desempeño oral. Nakamura tiene de sobra esta mezcla y no vendría nada mal verlo como el rostro de la empresa. Incluso, las ventas subirían.

Ahora bien, hay un tema que lo viene preocupando desde hace algún tiempo a Vince y es la competencia que tiene con las empresas independientes, sobre todo con NJPW. El último WM12 fue un lujo sobre la escena y tuvo un impacto social tremendo. Con decir que se llegaron a reunir cerca de 35 mil personas para ver el evento en vivo desde la arena del Tokyo Dome. Y ni que decir de los que se conectaron desde sus computadoras. Bueno, lo interesante es que la guerra está declarada y una manera de calmar a los fanáticos de este tipo de eventos es dándole en la yema del gusto con un luchador que viene de esa esfera como lo es Shinsuke Nakamura.

Como vemos, la mesa está servida para que el oriental sobreviva a la batalla real. Pero, ¿quiénes podrían ser otras alternativas? Pues pienso que Samoa Joe. Al igual que Nakamura, podría darnos un combate digno frente a Lesnar. Luego, podría ser The Miz, que ahora no tiene ya el cinturón Intercontinental y podría dar el salto que espera para recuperar la gloria que alguna vez tuvo. Después, de perder en la pelea contra Lesnar y Kane, pienso que Braun Strowman podría hacer un gran esfuerzo de subirse al ring dos veces en una misma noche para así llegar a WrestleMania con todos los créditos necesarios para llevarse el título. En menor medida podría ser Seth Rollins, Finn Bálor, John Cena, Elias o Bray Wyatt, en ese orden.

¿Qué sería lo peor que podría pasar? Que gane Baron Corbin. Definitivamente, sería la peor decisión de los creativos. En tantos años, no ha sabido darle prestigio a su estilo. Es muy lento, no vende bien nada. Sería terrible verlo en el evento central de WM. Y ojo, hace unos días amenazó con llevarse la victoria, lo cual hace más peligroso que él gane. “La gente trata de menospreciar lo que conseguí el pasado año. Después de que gane Royal Rumble, echaré por tierra todas vuestras esperanzas y sueños. Estaré en la lucha estelar de WrestleMania”, dijo en su cuenta de Twitter.

Otra decepcionante posibilidad sería que gane Jinder Mahal. Me parece que la intención de verlo como campeón de los Estados Unidos sería mejor. Después, Jason Jordan, quien no sabe suscribir nada y todos los detestan por ser tan apático. Me incluyo. O también Randy Orton, que sería más de lo mismo. Tenemos que esperar, pero aseguro que esta vez el panorama se muestra sólido para dejar satisfechos a los fanáticos.

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