Roman Reigns volvió a juntarse con Seth Rollins y Dean Ambrose, en The Shield. (Foto: WWE)
Roman Reigns volvió a juntarse con Seth Rollins y Dean Ambrose, en The Shield. (Foto: WWE)

Por Carlos Marroquín

“Están pasando cosas”. Esa peculiar y esperanzadora frase ha calzado en el gusto popular gracias al destacado momento por el que atraviesa la selección peruana. Pero, no es exclusiva del equipo de todos. En la también han surgido algunos hechos sorpresivos, los cuales sirvieron para darle oxígeno al espectáculo que andaba de capa caída. Pasó que el virus de la meningitis contagió a las estrellas y entre los afectados está el engreído de la empresa, . Para algunos, esta ausencia es letal, pero sacando conclusiones ha sido positivo en todo aspecto.

Al conocer su delicado estado de salud, la WWE dejó a Reigns automáticamente fuera de cualquier actividad. Entonces, quedó una vacante en la pelea entre The Shield y el grupo de The Miz. De inmediato, el equipo creativo trabajó una solución para combatir esta resaca y sacó del baúl la primera sorpresa para combatir a esta pandemia: la inclusión de Kurt Angle en el combate. A juicio personal, me pareció muy acertado que adelanten este regreso, ya que así levantaban la expectativa por ver al ‘campeón olímpico’ en el lugar que lo vio llenarse gloria. No fue el mejor regreso porque solo tuvo unos días de preparación, pero dejó buenas impresiones de nostalgia.

Y aquí viene encadenado el segundo acierto de la ausencia del ‘emperador’: el confirmado enfrentamiento entre los gerentes generales de Raw y SmackDown, Kurt Angle y Shane McMahon. Como luchadores, ambos nos han dejado grandes recuerdos que hasta hace poco hemos podido materializar. Está claro que sería una carnicería, como la que protagonizaron en el año 2001, durante el evento King of The Ring. A título personal, es una de las 5 mejores peleas violentas que he visto en toda la historia.

Otro punto a favor es que los batallones tanto de Shane como de Kurt han entrado en conflicto. Hace muchos años no se veía una invasión tan sólida y armada previa a un Survivor Series. Todo Raw fue sometido por la marca azul y eso hace pensar que se vienen grandes enfrentamientos para defenderse. Y aquí viene el siguiente cuestionamiento: esta idea no hubiera sido posible con Roman presente, así de simple. La ‘supremacía’ que le dan es tan grande que opaca cualquier historia.

Pero la enfermedad de Reigns no solo ha mejorado el espectáculo. El virus también tocó a Bray Wyatt que, es bueno decirlo, tampoco está en un buen nivel. Aburre que no haga nada diferente, teniendo con qué. Bueno, entonces la WWE tomó cartas en el asunto y determinó que la pelea que tenía el ‘barbudo’ con Finn Balor cambie de contrincante y no tuvieron mejor idea que juntarlo con AJ Styles. A pesar de solo haber tenido unas cuantos días para armar la pelea, ambos demostraron mucho oficio, profesionalismo y habilidad para salir al frente de una situación de emergencia. Vimos una pelea muy dinámica, con explosiones de acción muy interesantes, velocidad, entre otros grandes detalles. Sin querer, protagonizaron uno de los mejores combates de todo el año.

Hasta ahora, esta reestructuración forzada es un éxito. En TLC hemos visto uno de los mejores eventos del año y con la invasión, el mejor Raw en mucho tiempo. Pero, ¿cuánto tiempo durará? Lo más seguro es que se frene con la vuelta del ‘emperador’. Es una pena, pero todo queda confirmado que Roman no es indispensable para nada. Que siga enfermo nomás. El rating y las ventas de entradas respaldan mis teorías. Asúmanlo así.

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