Cómo el fútbol inglés ha vuelto a dominar el continente europeo y que sus equipos estén en las finales de la Champions y la UEFA lo dice. (Fotos: Reuters)
Cómo el fútbol inglés ha vuelto a dominar el continente europeo y que sus equipos estén en las finales de la Champions y la UEFA lo dice. (Fotos: Reuters)
Guillermo Oshiro Uchima

En un fútbol gobernado por el poderoso don dinero, las ecuaciones del éxito y el fracaso se reducen a una medición sencilla: dime cuánto inviertes y te diré cuántos títulos debes ganar. En ese absolutismo necio por calificar lo bueno y lo malo a través del resultado, se pierde la verdadera oportunidad de valorar la belleza de un juego infinito: la autenticidad de cada estilo por buscar el triunfo. Hoy se premia el conservadurismo que afea el espectáculo, cada vez se aplaude menos a los valientes que pretenden sublimar el fútbol a través de una estética visual, esa que no tiene que ver exclusivamente con el toque y toque sino con la efectividad para imponer una filosofía reconocible en la cancha y llegar al gol a través de elaboraciones diversas, sea por aire o por tierra, con pausa o con vértigo.

Ajax vs. Tottenham: resumen del partido

Por suerte, esta Champions League ha revalorizado a quienes han intentado ponderar una apuesta atractiva. Ha sido una justicia poética que cuatro de las mejores expresiones se encontraran en semifinales para ofrecernos partidos volcánicos, con muchos goles y emociones como hace mucho no se veía por las encorsetadas tendencias especulativas. Liverpool, Tottenham, Ajax y Barcelona –pese a su descalabro en Anfield– validan la premisa de que jugando bien –teniendo el arco contrario como objetivo, en resumidas cuentas– siempre se puede estar más cerca de la victoria.

Revive la histórica remontada del Liverpool ante el Barcelona en Anfield. (Video: Youtube / Foto: AFP)

Otro capítulo que permite enamorarse otra vez de este juego es la brutal campaña del Manchester City en la Premier. La escuela preciosista de Guardiola se impuso por solo un punto al electrizante Liverpool de Klopp. Dos géneros distintos, reconocidos y admirados que confluyen en una misma sintonía: la obsesiva búsqueda de la victoria. Aunque solo existe espacio para un ganador, los méritos son compartidos. Uno hizo mejor al otro y sería un exceso ponerle el rótulo de fracaso a la temporada de los ‘Reds’. Con sus 97 unidades hubiese superado a los campeones Juventus (89 y dos partidos menos), PSG (88 a falta de dos jornadas) y Barcelona (86 con una fecha pendiente) en sus respectivas ligas.

Si seguimos pensando que el éxito se debe medir por la ecuación dinero-resultado, llegaremos a la misma conclusión de “The Sun”. Un informe del rotativo inglés coloca al Cardiff como el club más rentable de la última Premier. Con un salario promedio de 957.471 libras, cada punto le costó 28.161 libras. Lo curioso es que su puesto 18 en la clasificación de la temporada lo condenó al descenso. El City, en cambio, ocupa la casilla 13 con 61.153 libras por cada unidad conseguida y tiene el segundo plantel más caro. Su vecino, el United, es la cara opuesta: con la planilla más costosa –6,534 millones de libras– cada punto le costó 99.010 libras y fue último en el ránking de rentabilidad.

El cuadro de relación entre pagos y puntos obtenidos. (Foto:  “The Sun”)
El cuadro de relación entre pagos y puntos obtenidos. (Foto: “The Sun”)

A eso sí se le puede calificar de fracaso, porque completa la cartilla: inversión millonaria, malos resultados y un juego amorfo.
Los millones en el fútbol deben servir para que el espectáculo mejore, no que sea una limitación para evitar asumir los riesgos que implican la búsqueda de la victoria. Con técnicos extranjeros como Guardiola, Klopp, Pochettino, Sarri (Chelsea) y Emery (Arsenal), Inglaterra parece haber entendido que ser la cuna del fútbol le exige también embellecer este juego que siempre puede ser más atractivo.

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