Roberto Carcelén, abanderado dos veces en los Juegos Olímpicos de Invierno, nos cuenta sobre la enfermedad que padece y sus proyectos para ayudar a otras personas con Parkinson. (Captura)
Roberto Carcelén, abanderado dos veces en los Juegos Olímpicos de Invierno, nos cuenta sobre la enfermedad que padece y sus proyectos para ayudar a otras personas con Parkinson. (Captura)
Christian Cruz Valdivia

Esa imagen de cruzando la meta de los Juegos Olímpicos de Invierno Sochi 2014 con la bandera peruana y los gestos de dolor, por tener dos costillas rotas, es la que hasta ahora se recuerda del atleta nacional.

Roberto Carcelén

El esquiador que representó dos veces al Perú en la justa olímpica (Vancouver 2010 y Sochi 2014) ahora tiene un nuevo reto, uno de “supervivencia”, como él mismo lo califica. Hace unas semanas a Roberto Carcelén le diagnosticaron el y ahora busca también superar ese desafío.

Desde Estados Unidos, donde radica desde el 2002, Carcelén, de 49 años, nos contó de este obstáculo que la vida le ha puesto en el camino. “Cuando decidí competir con las costillas rotas fue para demostrar que en la adversidad todo es posible. Ahora, esto del Parkinson ya no pasa por representar al país, sino se trata de sobrevivir”, nos dice. “Ante una enfermedad te deprimes o la combates. Y en ese combate, si tienes la posibilidad de ser un símbolo para inspirar a otros, estás logrando un objetivo mayor”, explica.

Roberto Carcelén

Roberto Carcelén fue uno de los primeros peruanos en competir en unos Juegos Olímpicos de Invierno. En el 2010 acudió a Vancouver junto a los hermanos Manfred y Ornella Ottel Reyes. En el 2014 repitieron la clasificación los tres y fue ahí donde Roberto dio la vuelta al mundo cuando cruzó lesionado la meta con la bandera peruana.

“Miro hacia atrás y lo veo como un capítulo que le dio al Perú una clasificación a los Juegos Olímpicos de Invierno. Llevé la bandera dos veces. Ahora la vida me ha dado otra batalla y la planeo usar en una forma en la que pueda inspirar y darle un regalo a mi país y a toda mi comunidad por intermedio de mi fundación”, cuenta.

Portada de su cuenta de Facebook.
Portada de su cuenta de Facebook.

-El Parkinson-

“Empecé a tener síntomas en el 2015, pero no llegué a tener la confirmación médica hasta ahora. Tengo temblores en el lado derecho del cuerpo, y me falta flexibilidad y fuerza de ese lado. El movimiento se hace más difícil”, asegura.

Un día del 2015, mientras leía un libro notó que su pie derecho empezó a temblar. No le prestó mucha atención ya que pensó que se trataba del estrés. Luego de ocho meses el movimiento fue más fuerte y decidió buscar ayuda médica. “Me dijeron que era estrés, ansiedad y que podía ser temporal”, recuerda. Pero todo se complicó al año siguiente cuando los temblores llegaron hasta el brazo derecho. “Ahí empecé a buscar especialistas. Pensaban que era el Síndrome del Temblor hasta que me mandaron a especialistas de movimiento, que son especialistas en Parkinson, quienes me confirmaron que eso era”. Esto último pasó a fines de marzo de este año.

Tras dos años de especialista en especialista buscando la respuesta a su mal, “mi lectura me decía que era Parkinson”. Este mal se debe a que las neuronas no generan suficiente dopamina. “Ni siquiera se sabe si es genético. Es muy variable”, asegura Roberto.

Sobre este mito de ligar al Parkinson con el deporte, Carcelén sabe que existen varios casos, pero “tampoco es que haya una cantidad muy grande como para determinar que esté relacionado a eso”.
Ahora, a través del deporte, eso que lo hizo conocido en el Perú, busca seguir adelante. Sale a correr, sigue esquiando y realiza caminatas. “No existe una cura, lo que sí se tiene comprobado es que el deporte ayuda a retrasar la evolución. Entonces estoy en eso”, señala.

En su cuenta de YouTube publicó un video donde cuenta que tiene Parkinson. “Mi objetivo es que sirva para que la gente sepa que es una enfermedad que no discrimina y que se investigue para que apenas sientan algunos síntomas acudan en busca de ayuda para comenzar algún tratamiento”, asegura.

Como esquiador. (Foto: Facebook)
Como esquiador. (Foto: Facebook)

-Su fundación-

Después de los Juegos Olímpicos de Sochi, Roberto se alejó del deporte para dedicarse de lleno a su trabajo. “Abrí una fundación que tiene el objetivo de promover bienestar por intermedio de la educación. En estos momentos tenemos dos campos dadas las circunstancias. El primer campo fue la educación tecnológica, de enseñar un oficio en diseño y programación web. El segundo es el campo de la investigación del Parkinson”.

Lo que buscan es encontrar información estadística para analizarla, interpretarla y así encontrar tendencias, patrones, incidencias, para “con esta información se puedan identificar los síntomas mucho antes de que aparezcan”, dice Roberto.

Del lado educativo, su fundación ha tenido resultados positivos tanto con niños peruanos como estadounidenses. Al programa han asistido 500 peruanos con un grado de éxito del 70% de graduados y con el 10% ya trabajando.

Su aparición pública obedece a que se potencie la investigación y que se pueda llegar también al Perú para poder trabajar el tema. “Hay que comenzar. Si no existe data, hay que crearla para empezar a trabajar”, asegura.

Él vendrá a Lima en unos días para, justamente, ver temas de su fundación y espera esta vez poder trabajar el tema del Parkinson en el país.

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