Si piensas celebrar con cerveza que has acabado una carrera, recuerda que esta no debe exceder el 3% de grado de alcochol para que no afecte tu organismo.
Si piensas celebrar con cerveza que has acabado una carrera, recuerda que esta no debe exceder el 3% de grado de alcochol para que no afecte tu organismo.

Entras a la recta final de tu entrenamiento, con mejores tiempos y quieres cerrar el 2018 de la mejor manera. Ante tanta felicidad, no es raro que uno piense en celebrar estos logros con una cerveza. Y aunque la idea suene tentadora, es inevitable pensar: ¿será buena para mi desempeño runner? Consultamos con Ricardo Suazo Fernández, Licenciado en Nutrición y Magister en Nutrición Clínica, para que nos ayude a resolver si la cerveza y el running son compatibles.

“Hay que tomar en cuenta que las cervezas son bebidas alcohólicas fermentadas, que mezclan lúpulo, cebada, agua y levadura como ingredientes principales. Dependiendo del proceso y del tipo, podemos tener algunas con menos del 3% de grado de alcohol, hasta otras que bordean el 40%. Todos esto lo debemos considerar al leer un estudio que afirme que beber cerveza es beneficiosa para el corredor”, comenta Suazo.

El especialista hace referencia a estudios que avalan su consumo luego de correr, como el elaborado por el catedrático de Fisiología de la Universidad de Granada, Manuel Castillo Garzón, quien señala que la cerveza, ingerida en dosis moderadas por personas adultas sanas, es una bebida interesante y complementaria al agua para rehidratarse, luego de una práctica deportiva de alta intensidad.

Beneficios limitados
Precisamente Suazo comenta que, si analizamos la composición de la cerveza, tomando como ejemplo una que tenga 3% o menos de alcohol, vamos a encontrar que esta bebida es fuente de magnesio, vitaminas del complejo B y otros nutrientes importantes en el proceso de hidratación, “esa misma composición que tiene la cerveza con bajo contenido de alcohol, tiene un equilibrio igual o hasta mejor que las marcas comerciales que venden bebidas rehidratantes”.

El especialista no descarta que el consumo moderado de bebidas alcohólicas pueda ir a la par de alguna actividad deportiva, pero aconseja seguir al pie de la letra lo dicho por el Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM en sus siglas en inglés), que es evitar consumir alcohol 48 horas antes de una competencia.

Todavía con restricciones
“Si se trata de consumir cerveza, específicamente en corredores, los estudios remarcan que la mejor manera de sacarle provecho es después de haber corrido distancias largas (más de 1 hora). El solo hecho de tomarse uno o dos vasos antes de correr puede afectar la capacidad de la persona para mantener el equilibrio”, advierte Suazo.

Cabe señalar que la ACSM todavía tiene proscrito que el consumo de bebidas alcohólicas sea cual fuera su naturaleza, afecta de manera negativa sobre las habilidades psicomotoras o el rendimiento deportivo de un corredor, no tanto por la composición de la bebida sino principalmente por los efectos que tiene el alcohol.

Ya lo sabes, si te apetece tomarte unas cervezas después de correr, hazlo con mucha moderación (330 ml para la mujer y hasta 660 ml para el hombre, aconseja la ciencia), para evitar la resaca y privarte la posibilidad de sumar tus primeros kilómetros en 2019.

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