RAÚL CASTILLO @RaulCastillo87
Presiento que le falló el cálculo a Pablo Bengoechea. Miró las encuestas y una manera de subir un par de puntitos en la coyuntura que vivía era dejar de lado a dos rechazados populares en la selección: Claudio Pizarro y Juan Manuel Vargas.
Después, se paseó por las polvorientas canchas del Torneo del Inca y su libretita de apuntes quedó sin estrenar: el ‘julbo’ peruano no arroja individualidades que estén a la altura de una competencia internacional decente.
Entonces, por edad, era evidente que Juan Vargas debía permanecer. El zurdo de Fiorentina mejora día a día y trata de acercarse a lo que una vez fue. El otro, el mayor de todos y referencia de los pasados procesos, Claudio Pizarro, percibió que ya no lo querían con la misma intensidad y se tiró para su lado. Ahora que se lo necesita en serio, se tapa las orejas.
En fin, fácil no iba a ser para Bengoechea. Es más, esto le pone la valla alta para que haga bien su ingreso a la responsabilidad de ser seleccionador.
Lo que no falla en el cálculo es que, evidentemente, estamos a años luz de distancia del nivel de ingleses o suizos.
Los resultados en estos amistosos están para ser tomados con pinzas y no para adular rendimientos o tachar apellidos. Ganar o perder, en este momento, no es lo más importante.