"En tiempos donde aún el debate sobre los convocados descansa en los ausentes, quizá sea momento de cuidar a los que todavía están". (Foto: AFP)
"En tiempos donde aún el debate sobre los convocados descansa en los ausentes, quizá sea momento de cuidar a los que todavía están". (Foto: AFP)
Pedro Canelo

“Serán los dos partidos más importantes de mi vida”.


Así resumió todo lo que iba a enfrentar en la última fecha doble de Eliminatorias ante Argentina y Colombia. Cuando baje del avión a finales de este mes en Lima, el ‘9’ del Flamengo experimentará un ‘déjà vu’. La reiteración de las circunstancias y el aplazamiento de las ilusiones podrían hacer que vuelva a manifestar esa sentencia antes de enfrentar el ida y vuelta del repechaje con Nueva Zelanda. Si es así, es comprensible que ayer por la mañana, cuando aún sentía fastidio en el muslo izquierdo, haya pedido salir de la práctica del club carioca. En caso de que reaparezca antes de lo previsto, será porque Guerrero está al 100%. Flamengo tiene una agenda apretada en estas dos semanas, sus necesidades deportivas no son de segundo orden. Sin embargo, Paolo, ahora más que nunca, no debe forzar su instinto más guerrero.


Nadie le pide que “se cuide las piernas”, imaginar una situación de este tipo es subestimar la naturaleza competitiva de cualquier futbolista. Pero con Paolo Guerrero padeciendo aún un edema muscular, es válido pedir en la Videna que estén alertas con su proceso de rehabilitación en Brasil. Leer en medios de ese país que el capitán de la selección participó, aunque sin culminar, en la práctica matutina de ayer hace evidente que en Flamengo tienen la idea de hacerlo jugar mañana ante Fluminense por los cuartos de final de la Sudamericana. ¿Demasiado apuro con el ‘9’? Es algo que deben determinar hoy mismo en el centro de entrenamiento del ‘Fla’ y que también merece la atención total del cuerpo médico de la selección en la Videna. Cuidemos a Paolo.


Es en este tipo de situaciones que el buen tacto dirigencial también ayuda a obtener los resultados esperados. Vivimos un momento atípico con la selección peruana: se han extendido un mes más las Eliminatorias mundialistas y el próximo rival está a diez mil kilómetros y dieciocho horas de distancia. Hay que manejarse con extremas precauciones en el cuidado físico del plantel. Que los directivos de equipos como el Flamengo o Sao Paulo entiendan el estado de emergencia en la Blanquirroja. Serán los partidos más importantes no solo para Guerrero, sino también para otros jugadores como Christian Cueva, quien según información que manejamos sería el último en unirse a los trabajos de la selección antes de viajar a Nueva Zelanda (estaría en el duelo por el Brasileirao entre Sao Paulo y Atlético Paranaense el 4 de noviembre).


Hagamos un acto de buena fe y confiemos en los criterios del comando técnico del Flamengo con Paolo. En la Videna, según nuestras fuentes, preferirían que al menos descanse en el clásico de Río ante Fluminense de mañana. La comunicación con el ‘9’ es abierta, así que las decisiones que se tomen no deberían arriesgar su presencia el viernes 10 de noviembre ante los ‘All Whites’. Ricardo Gareca tiene un plantel consolidado de más de veinte futbolistas, pero hay nombres que se han ganado el sinónimo de irreemplazables. Zona por zona serían: Gallese, Rodríguez, Yotún y Guerrero. Es la columna vertebral que debe estar erguida y llena de calcio en el Westpac Stadium. No es secundario ni banal pedir que acompañemos la recuperación total de Paolo en Río, es nuestro capitán y goleador. En tiempos donde aún el debate sobre los convocados descansa en los ausentes, quizá sea momento de cuidar a los que todavía están.

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